El partido de izquierda Sinn Fein, que hizo historia al convertirse en la principal fuerza local del Parlamento de Irlanda del Norte por primera vez desde la partición de la isla en 1921, pidió a los miembros del Partido Democrático Unionista (DUP) que "no tomen a la sociedad como rehén" debido a las tensiones provocadas por el Brexit y que permitan la formación de un gobierno conjunto. La cúpula del DUP, sin embargo, ya le comunicó a Londres que no compartirá gobierno con el nacionalista Sinn Fein si no "hay acciones decisivas" sobre el protocolo en torno al Brexit.
Triunfo histórico del Sinn Fein
"Mi mensaje es claro: como demócratas no solo el DUP, sino también el gobierno británico, deben aceptar y respetar el resultado democrático de estas elecciones", dijo Michelle O'Neill, líder del Sinn Fein y quien busca asumir el cargo de primera ministra de Irlanda del Norte. O'Neill pidió "la formación de un Ejecutivo eficaz hoy mismo" y agregó que "no hay razón para un aplazamiento, no apoyo el planteamiento del DUP de tomar a la sociedad como rehén".
El Sinn Fein, brazo político de la disuelta guerrilla del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y favorable a la unificación con la República de Irlanda, fue el más votado en los comicios del Parlamento local, algo inédito en los cien años desde que la isla de Irlanda se partió en un extenso país independiente en el sur y un pequeño territorio británico en el norte. El partido de izquierda consiguió captar el descontento de la juventud irlandesa, en un país con un notable crecimiento económico donde sin embargo persisten las desigualdades.
Posible bloqueo de los unionistas
La victoria debe impulsar a O'Neill al puesto de jefa del gobierno local, en virtud del acuerdo firmado en 1998 que puso fin a la peor parte de décadas de violencia en Irlanda del Norte entre los partidarios de seguir siendo parte del Reino Unido, o unionistas, y los de unirse a Irlanda, o republicanos. Aunque el acuerdo de paz del Viernes Santo también establece un reparto del poder entre unionistas y republicanos, el DUP, que hasta ahora encabezaba el gobierno regional, ya advirtió de un posible bloqueo del futuro Ejecutivo.
Esto ocurre porque los unionistas se oponen al llamado Protocolo de Irlanda del Norte, pautado entre Londres y la UE tras el Brexit, la salida del Reino Unido del bloque, que fue uno de los temas centrales en las elecciones norirlandesas. Ese acuerdo busca evitar el regreso de una frontera dura, que se abolió con los acuerdos de 1998, entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, país miembro de la UE.
Para ello se estableció que el territorio del norte siga perteneciendo al mercado común europeo y que los controles aduaneros se establezcan entre las mercancías que se dirigen desde y hacia Gran Bretaña. Esto generó una crisis de legitimidad al gobierno que comandaban, ya que elevó el costo de vida, con una inflación en aumento, y provocó una crisis del gas y la electricidad que se suman a los problemas de la falta de viviendas.
El gobierno compartido entre unionistas y republicanos condicionó su participación a la resolución por Londres del controvertido asunto de los controles aduaneros post Brexit. "Es la posición que teníamos antes de las elecciones, durante la campaña y que seguimos teniendo: hasta que el gobierno británico no tome medidas sobre el protocolo de Irlanda del Norte, no nombraremos ministros para el gobierno", repitió este lunes el líder del DUP, Jeffrey Donaldson.
Enviado a Belfast, la capital norirlandesa, el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, pidió a los partidos políticos de la región que "cumplan con sus responsabilidades" y "formen un gobierno lo antes posible". Por su parte el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, le pidió al gobierno británico que "baje el tono, sea honesto con el acuerdo que formó y acepte soluciones dentro de ese marco".