"Cristina no es mi enemiga, mi enemigo es Macri". La tajante definición corresponde a Alberto Fernández y cierra el reportaje que otorgó al diario El País en su paso por Madrid, donde este martes se entrevistó con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
"Durante toda la entrevista se me invitó a a subirme a un ring a pelearme con Cristina, pero a quien tengo que pelear si quiero una Argentina más junta es a Macri, no entre nosotros", asegura el Presidente, que explicó que "el daño que hizo Macri a la Argentina es incalculable. La desaprensión es imperdonable. Espero que alguna vez la justicia investigue con seriedad a los negociados que Macri llevó adelante en su Gobierno".
Pero como él mismo deja claro, la mayoría de las preguntas del reportaje estuvieron referidas al "debate de ideas" que conmueve a la alianza oficialista. Sobre la posibilidad de que lleguen a una mirada en común con la vicepresidenta, Fernández responde que "en algunas cosas" podrán ponerse de acuerdo, en otras no. "Cristina probablemente esté más convencida de lo que ella en sus tiempos de Gobierno. Yo la respeto. Está bien. El debate no me preocupa, me preocupa la obstrucción al Gobierno. Es que a veces las voces se vuelven tan altisonantes que no dejan ver la realidad", asegura el mandatario.
Las diferencias con Cristina Kirchner
"Argentina tiene que ponerse a mirar el futuro y dejar de discutir el pasado. Cuando alguien dice que nuestros votantes pueden estar decepcionados con nosotros, creo que nuestros votantes son conscientes de que tuvimos que enfrentar una pandemia con un sistema de salud quebrado por Macri, y lo hicimos bastante bien", asegura el Presidente en relación a las críticas de su vice. "Creo que [la de Cristina] es una mirada parcial, absolutamente económica, que desatiende todo los que nos tocó pasar en el medio", precisa.
Frente a las diferencias internas del Frente de Todos, volvió a reivindicar el camino de las PASO para resolverlas, recordando su propuesta en ese sentido realizada el 17 de noviembre pasado en Plaza de Mayo. "En ese momento me criticaron mucho. Veo con alegría ahora que ese debate es bienvenido. Tengo un enorme respeto por Cristina. Ella representa en la historia algo significativo, y en el presente es líder de un espacio importante. Pero hay cosas en las que no comparto su mirada. Además he sido públicamente crítico con su gestión de gobierno. Todo el mundo sabe que tengo una mirada diferente. Respeto lo que dice, pero pido que respeten lo que digo yo", detalló.
También aseguró que no es momento de prefigurar si será candidato en 2023 y reafirmó que es el Presidente quien manda en la Argentina. "Desde 2019 decían que yo sería un títere de ella. Pero la verdad es que yo tomo las decisiones. Eso no quiere decir que no escuche a Cristina, que desprecie su opinión. Pero la decisión la tomo yo", asumió su responsabilidad en las medidas de gobierno.
Por la noche, ante la televisión española, reiteró que aspira a buscar la reelección en 2023. “Estoy con todas las fuerzas necesarias para que Argentina se ponga de pie, y la voy a poner de pie. Definitivamente me veo con fuerzas para terminar el mandato y presentarme a la reelección”.
Los objetivos del viaje a Europa
"Esta gira es producto de la preocupación por la guerra en Ucrania y las consecuencias en todo el mundo, también en Argentina. Suben los precios de los alimentos e incluso faltan. Me parecía necesario hablar con Olaf Scholz, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez", explicó el Presidente los motivos de su gira, quien resaltó que estuvo conversando con el mandatario español sobre las posibilidades que brinda Vaca Muerta.
"Tenemos una reserva de gas no convencional muy importante, estamos desarrollando un proyecto de licuefacción para exportar y España tiene el 30% de las regasificadoras de Europa. Puede ser una gran oportunidad para España participar de la construcción de esa planta", aseguró.
El FMI, la inflación y las tarifas
A lo largo del reportaje, Alberto Fernández defendió lo realizado por su Gobierno. Resaltó el impacto de la pandemia, que "llegó en el día 99 con el sistema de salud en el estado desastroso en que lo dejó Macri", y puso el acento en la tarea de desmoralización de la población llevada adelante por "algunos medios". "Durante más de un año subsidiamos el empleo privado. Por eso fuimos uno de los países del mundo que menos trabajo formal perdió. Lo que sí pasó es que hubo un gran desánimo en la gente, un martilleo permanente de algunos medios. Si cerrábamos era un problema, si abríamos era un problema. Hicieron creer que las vacunas estaban poco probadas. Eso fue llegando al ánimo de muchos argentinos", evaluó.
También resaltó que la Argentina cumplirá con el acuerdo con el FMI porque se negoció mucho para evitar las presiones y finalmente las metas son compartidas y no representan un ajuste para la economía tal como, dijo, había prometido en la campaña. "Son medidas en las que creemos. El déficit fiscal es malo y tenemos que bajarlo. El tema es cómo. Podemos bajarlo del modo que el FMI quiere, con un ajuste brutal, o como elegimos nosotros, paulatinamente. No es algo impuesto", ejemplificó.
Sobre la deuda, aseguró que "Mauricio Macri se endeudó de un modo absolutamente irresponsable y tuvimos que renegociar en plena pandemia 100.000 millones de dólares de deuda con acreedores privados. Y tuvimos una negociación durísima con el FMI para que no nos imponga su plan. Ahora, la Argentina tiene problemas estructurales, y cuando crece mucho necesita mucho insumo importado y la carencia de dólares complica la economía. Es un problema que tienen todos los gobiernos argentinos".
Sobre la inflación, destacó la herencia del 54% que dejó Macri, a lo que sumó el impacto de la pandemia y la guerra, y puso como ejemplo las subas de precios que sufren varios países centrales. "Si vos vas del 50% al 60%, crecés un 20%, pero EE UU que del 1% puede llegar al 10%, habrá crecido el 1.000%. No me gustan estos juegos estadísticos, la Argentina tiene un problema inflacionario, resolverlo con seriedad va a demandar tiempo", aseguró.
En el caso de las tarifas de luz y de gas sostuvo que habían propuesto "un ajuste siguiendo una ley que votaron los que ahora se han opuesto, que planteaba ajustarlas por un coeficiente de variación salarial, que es lo que hemos hecho. Se ajustan teniendo en cuenta el ingreso de la gente. Eso está muy lejos de los tarifazos que se vivieron en los años de Macri".
La reunión con Pedro Sánchez
El Presidente arribó este martes al aeropuerto de Barajas acompañado por el canciller Santiago Cafiero, los secretarios de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, y de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti. Lo recibió el embajador Ricardo Alfonsín, con quien se trasladó a la residencia de la representación diplomática en Madrid.
Su siguiente escala fue el Palacio de la Moncloa, donde se reunió durante 80 minutos con Sánchez, el jefe de gobierno español. Conversaron sobre “el difícil momento del mundo por la invasión rusa a Ucrania, la crisis humanitaria y las consecuencias económicas”, contó. “Argentina tiene una preocupación central por los problemas para la seguridad alimentaria y la provisión energética. Podemos ser un proveedor estable de energía y aportar no solo materias primas, sino biotecnología aplicada. Dimos el primer paso para avanzar hacia ello”, afirmó Fernández. Añadió que coincidieron “en la necesidad de promover políticas por mayor igualdad y en seguir fortaleciendo la agenda iberoamericana”.
“El Presidente hizo hincapié en que Vaca Muerta puede ser un proveedor de gas natural para España y la región”, contó Cafiero. “España tiene el 30 por ciento de las plantas regasificadoras de Europa, entonces Argentina pueda proveer gas licuado en barco, que se regasifique en España para proveer al país y a toda Europa”, agregó. Dijo que el jefe de Estado le informó a su par español sobre la última obra de infraestructura de gran escala que se está emprendiendo en Vaca Muerta con el gasoducto Néstor Kirchner, que “le va a permitir a la Argentina la autosuficiencia energética y la posibilidad de ser exportador nato de gas natural licuado”. El canciller, en rol de vocero, contó que Sánchez le dijo a Fernández que espera un “panorama de largo plazo” con respecto a la guerra en Ucrania y sus consecuencias, y que es en ese marco que España y otros países de Europa empiezan a analizar nuevas fuentes de suministros estratégicos como alimentos y energía.
Más tarde, en el Palacio de la Zarzuela, Fernández se reunió con Felipe VI, con quien analizó la relación bilateral y las posibilidades de potenciar inversiones y exportaciones de la Argentina. En la audiencia, que duró más de una hora, dialogaron sobre proyectos conjuntos entre ambos países y sobre las dificultades derivadas de la guerra. De ese encuentro participaron Cafiero y Alfonsín, mientras por España estuvo el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe, Juan Fernández Trigo.