Luego de reunirse por más de una hora con el canciller germano Olaf Scholz, el presidente Alberto Fernández cosechó el respaldo de Alemania en las negociaciones por deuda con el FMI y el Club de París, y expresó su voluntad de “acercarse a los Brics”. Además, el mandatario destacó que, en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, la "Argentina es un reservorio de lo que el mundo está demandando, somos grandes productores de alimentos y energía”.
Las definiciones del jefe de Estado tuvieron lugar durante una conferencia de prensa en la sede del gobierno federal de Alemania. Allí, ambos mandatarios mantuvieron un encuentro en el marco de la segunda jornada de la gira que Fernández inició por Europa.
El FMI y el Club de París
“Me alegro que Argentina haya alcanzado un acuerdo con el FMI con el nuevo programa” y “celebramos los enormes esfuerzos que se están haciendo para aplicar este programa”, expresó Scholz, quien también dio cuenta de “los planes para contener la inflación” activados por el gobierno del Frente de Todos.
Por su parte, Fernández indicó que “el acuerdo con el FMI fue una condición necesaria” para hablar con Alemania de otros puntos de interés para ambos países de estas cosas y planteó su “preocupación con la deuda con el Club de París”.
En este sentido expresó su “deseo y vocación de alcanzar un acuerdo” con ese organismo y sostuvo que para ello “les garanticé darles un trato igualitario al de los acreedores locales, que es una preocupación que tiene el Club de París y creemos que es una preocupación justificada”.
Comercio e inversiones
En cuando a lo comercial, tanto Alberto Fernández como Scholz coincidieron en reimpulsar un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. “Es algo de interés para ambas regiones. Hay progresos y estamos dispuestos a alcanzarlos”, dijo el mandatario alemán.
En este marco, Fernández dijo que “estamos dispuestos a acompañar las empresas alemanas en la Argentina para superar sus obstáculos” que están teniendo producto de la crisis inflacionaria.
La guerra entre Rusia y Ucrania
Durante la conferencia, ambos mandatarios coincidieron en condenar la guerra entre Ucrania y Rusia “que tiene un impacto negativo” en la economía internacional y que en algunos casos registra “violaciones a los derechos humanos”, indicó Fernández. No obstante, Argentina condenó la guerra pero ratificó su postura de no imponer sanciones a Moscú ni venderle armas a Kiev.
“El problema de la guerra es de mayor y particular preocupación” y desde la Argentina “vemos con enorme preocupación el modo en que la guerra repercute negativamente” en la economía, afirmó el Presidente. “La seguridad energética y la producción de alimentos se ponen en riesgo”, consideró.
Si bien condenó “la agresión que padece Ucrania”, descartó que la Argentina aplique embargos contra Rusia. También aseguró que tampoco venderá armas a Ucrania y rechazó la posibilidad de que se expulse a Moscú del G20.
“Nuestro comercio con Rusia es prácticamente nulo”, dijo Fernández y subrayó que “las sanciones a Rusia están repercutiendo muy negativamente en el mundo y la Argentina”. “Necesitamos que el mundo económico se ordene” de los efectos que produce “la salida del sistema comercial” de un país.
Además, resaltó que “América latina es un continente de paz, deploramos la guerra y quisiéramos que nadie más levante un arma contra otro”. Por lo tanto, “yo, desde Argentina no mandaría armas a nadie para que nadie más muera”.
Gira europea con mensaje para la interna
Durante su paso de ayer por Madrid, el mandatario argentino aseguró negó que la interna del Frente de Todos hubiera hecho mella en su gestión: "Me siento absolutamente con todas las fuerzas necesarias para que la Argentina se ponga de pie. Y la voy a poner de pie".
Además, volvió a tender puentes hacia el sector de la alianza liderada por la vicepresidenta Cristina Kirchner, una dirigente a la que, según dijo Fernández, tiene “mucho respeto”.
"Fue dos veces presidenta y representa a una gran parte del electorado. A veces no estamos de acuerdo en algo y se genera un barullo muy grande, más en los medios que en la política. Son distintas miradas, todas respetables, pero en este tiempo me toca gobernar a mí y tengo que tomar decisiones, y algunas de esas decisiones seguro no conforman a todos", indicó el jefe de Estado.