El expresidente Mauricio Macri consiguió esquivar los memes por sus vacaciones -en los que lo rebautizaron "Capitán Reposera"- y se dedicó a cuestionar el derecho al paro de los gremios docentes. "Declarar a la educación como un servicio estratégico esencial -como los hospitales o la distribución de agua- significa que no puede interrumpirse nunca, incluso cuando un gremio decida parar", planteó el exmandatario, para promocionar un proyecto de ley de su exministro de Educación Alejandro Finocchiaro. La iniciativa busca justamente eso: que las escuelas -al igual que los hospitales- deban tener guardias mínimas y se limite el derecho al paro.
La historia de lo que piensa Macri sobre los docentes ya tiene décadas de camino: muy adelantado a la ministra porteña Soledad Acuña, el fundador de Cambiemos ya los denostaba desde la campaña en la que ganó por primera vez la jefatura de Gobierno: en ese momento, eligió incluir en su discurso de la victoria una crítica hacia los docentes porque tenían -según dijo- demasiadas vacaciones.
Ya como presidente blanqueó lo que pensaba cuando afirmó que a algunos les toca "caer en la educación pública" y, más allá de las ideas, avanzó en eliminar la paritaria nacional docente, que fijaba un piso de salarios para todo el país. En esa línea, siempre cuestionó el derecho a huelga (en general) y el de los docentes en particular. En tiempos en que el PRO eligió la educación como uno de sus caballitos de batalla electoral, no sorprendió que Macri -un ajustador serial en todas sus gestiones del presupuesto educativo- saliera a promover que no tengan derecho a huelga.
"Declarar a la educación como un servicio estratégico esencial significa que no puede interrumpirse nunca, incluso cuando un gremio decida parar. Acompaño este proyecto para asegurar que los chicos no pierdan un solo día de clases", sostuvo el expresidente, que retuiteó otro posteo de su exministro Finocchiaro (aquel que, en épocas de la gestión porteña, se comparaba con Israel y a los gremios docentes, con los palestinos).
Finocchiaro buscó contraponer el derecho a huelga con el derecho a aprender. "Calculamos que en Argentina desde 1983 hasta hoy se han perdido casi 6 años de clases por días de paro, algo que en la Era del Conocimiento no podemos regalar. Vamos a defender el derecho de nuestros chicos y adolescentes a educarse en las escuelas, siempre abiertas y con clases", indicó el exfuncionario, que no se preocupaba tanto por el derecho a la educación a la hora de recortar presupuestos.
La iniciativa de Finocchiaro, según indicó, busca "asegurar el efectivo cumplimiento presencial del calendario escolar. La Ley de Continuidad del Aprendizaje y los Derechos que protege la Escuela define a la Educación como servicio estratégico esencial". Los trabajadores de servicios esenciales (el ejemplo más claro es el sistema de salud) tienen mayores restricciones a la hora de hacer paro. En ese sentido, el texto "crea un sistema de guardias mínimas, compuestas por personal docente, no docente y directivo que aseguran el proceso educativo aún durante los días de huelga o medidas de fuerza. Si por algún motivo, el calendario escolar -considerado un piso- no se cumpliera deberán recuperarse esas jornadas durante el receso invernal o en diciembre."
Es decir, que el proyecto que propone Finocchiaro deja las escuelas abiertas en caso de que los docentes hagan paro, los obliga a dejar una guardia mínima. El proyecto dice que la mitad de los docentes, auxiliares y directivos de cada escuela deberán formar parte de esa guardia “a los efectos de que el establecimiento permanezca abierto y en condiciones de continuar con la trayectoria educativa de los alumnos”. “El personal previamente informado como integrante de la guardia al inicio del ciclo lectivo no podrá participar de medidas de fuerza en los días asignados”, afirma el proyecto, que no establece con claridad cuales serían las sanciones para quienes no acepten formar parte de esa guardia y hagan paro igual.
La reacción de los sindicatos docentes
"El proyecto que impulsa Juntos por el Cambio es un desconocimiento del derecho constitucional a la huelga. Es coherente con su posición respecto a atacar sistemáticamente la educación y a las y los trabajadores", dijo la legisladora porteña y secretaria gremial de Ademys, Amanda Martin, en diálogo con AM750 y Página 12.
"Si hay días de paro o de huelga es porque los trabajadores se tienen que organizar para defender derechos elementales como el salario, la infraestructura y las condiciones de trabajo", agregó Martin y sostuvo que el proyecto de Finocchiaro es demagógico en la busqueda de demostrar un "supuesto interés" por la educación.
Por su parte, el secretario Adjunto de ADEMYS, Jorge Adaro, sostuvo que el proyecto de ley confirma que Juntos por el Cambio "es un espacio reaccionario" que tienen posicionamientos contrarios a los trabajadores, trabajadoras y sus derechos.
"Está cada vez más desesperado en ubicarse a la derecha de Javier Milei en la disputa de un sector del electorado y por eso presentan iniciativas que nada aportan a la mejora de la educación", expresó Adaro. "Plantean que los problemas educativos son causa de los paros, pero las escuelas no funcionan porque no hay presupuesto y porque el gobierno porteño tiene políticas de vaciamiento".
El proyecto de Finocchiaro
Los voluntarios docentes de Vidal
No es la primera vez que desde Juntos por el Cambio quieren boicotear las medidas de fuerza de los docentes. Sin ir más lejos, la semana pasada, Página/12 publicó la denuncia de gremios y sindicatos porteños que revelaron que el Gobierno de la Ciudad le descontó el día a las trabajadoras que se plegaron al paro nacional de mujeres del 8 de marzo pasado en el marco del Día de la Mujer.
En 2017 la entonces gobernadora bonaerense María Eugenía Vidal lanzó un sitio web para reclutar voluntarios por el paro docente. La medida fue fuertemente rechazada por los sindicatos boanerenses y finalmente no se concretó.