A horas de conocerse la inflación del mes de abril, el Gobierno Nacional salió a establecer precios de referencia en frutas y verduras, productos clave de la canasta básica y que suelen tener variaciones muy fuertes de precios. Vía la Secretaría de Comercio Interior, se establecieron valores de referencia para la venta minorista de algunas verduras y frutas, a través de cadenas de supermercados situadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El organismo que conduce Roberto Feletti justificó esta decisión al señalar que "las frutas y hortalizas son productos altamente perecederos y de alta rotación, en los que su disponibilidad se encuentra fuertemente afectada por la estacionalidad propia de la producción y su sensibilidad a fenómenos climáticos y logísticos coyunturales". "Eso incide directamente sobre las condiciones de comercialización disponibles para los consumidores", afirmó.
Por ese motivo, a través de la Resolución 446/2022 publicada en el Boletín Oficial, se dispuso fijar los precios de una canasta que incluye solo cinco productos: papa negra (a 49 pesos el kilo), tomate redondo (199), cebolla (69) lechuga (160) y manzana royal gala (180). Esos alimentos, según Comercio Interior, "conforman una canasta de productos relevantes para el consumo habitual de la población". Así, ese organismo busca reducir la dispersión de precios que se observa en las grandes cadenas de supermercados de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En una segunda etapa, el Poder Ejecutivo buscará ampliar la medida al resto del país y también a los comercios de cercanía. "En orden a facilitad una inmediata implementación de la medida, las áreas técnicas entienden conveniente circunscribir inicialmente el ámbito de aplicación de la presente medida al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)", indicó la Resolución.
A la vez, explicó que el mercado mayorista "organizado en base al modelo de abastecimiento de centros concentradores ubicados en grandes urbes opera en base a ciclos de precios con variaciones diarias -o semanales si las condiciones son altamente favorables". En tal sentido, señaló que "se entiende oportuno y conveniente comunicar un marco de referencia de precios para una canasta de frutas y hortalizas que sea comercializada en las cadenas de supermercados, con el propósito reducir la dispersión de valores de cara a los consumidores". El precio de los productos frescos es un escenario complejo para el Gobierno, sobre todo porque las bocas de expendió están dispersas y no son monitoreables. Algo similar ocurre con los valores de la carne. En este contexto, es preciso aclarar que los grandes supermercado representan sólo el 25 por ciento del volúmen total de ventas nacionales, por lo que no es tan representativo a la hora de poner precios de referencia. Si no hay un mecanismo efectivo por fuera de las cadenas, el desboque de los precios seguirá dándose.
Este tipo de decisiones llegan justo cuando en abril, según las previsiones iniciales, la suba de precios general estará muy impactada por el valor de los alimentos. En el Gobierno esperan un IPC del INDEC de en torno al 6 por ciento o un poco por debajo. Se especula con que el rubro textil volverá a tener alzas fuerte. Vale decir que en el Ejecutivo sostienen que marzo, con 6,7 por ciento de suba, será el más alto del año. Y que ya en mayo podría haber una dinámica menos inflacionaria llegando a estar el IPC en torno al 4 por ciento.