El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) anunció el retiro de unas arañas de una instalación artística que forma parte de la nueva exposición llamada "Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay", tras el reclamo de varios visitantes a la muestra.
Se trata de la obra "Si, quería" del artista Joaquín Sánchez, que cuenta con un vestido de novia blanco, con el bordado de un corazón rojo en el medio del pecho, el cual se encontraba encerrado en una caja de vidrio junto a unas arañas que fueron provistas por la Reserva Ecológica Costanera Sur.
“Este corazón anatómico de encaje que Joaquín Sánchez pone sobre el vestido refiere a la historia del textil y de las mujeres en el Paraguay. Ñandutí quiere decir tela de araña y es por eso que están estas laboriosas arañas aquí. Pero el tejido también tiene que ver con otra cuestión: implica un espacio propio de pensamiento, un espacio donde a las mujeres no se las molesta, donde pueden tener cierta autonomía”, explicó Lía Colombino, curadora de la exposición.
No obstante, tras la repercusión pública de la instalación, militantes antiespecistas comenzaron a reclamar y protestar en redes sociales la inclusión de los arácnidos, al argumentar que estos deberían están en su fauna natural y acusaron a los organizadores de la muestra de realizar "explotación animal". Otros concurrentes también sintieron rechazo por la presencia de los mismos.
Finalmente, el MALBA publicó un comunicado oficial durante esta jornada en el que detalló que las arañas fueron reintegradas a su habitat natural y aclararon: "Todo el proceso de la obra contó con el asesoramiento permanente de un biólogo especialista".
Y continuaron: "Se eligió una especie singular de araña: la Trichonephila clavipes (Linnaeus, 1767) justamente porque, debido a su gran abundancia en temporada reproductiva, su inclusión en la muestra no representaba un impacto para el medio ambiente."
En esta línea, detallaron que las arañas fueron "cuidadosamente hidratadas y alimentadas a diario", con moscas domésticas que son su "alimento natural".
"El tamaño de la instalación y las estructuras colocadas en su interior fueron diseñadas especialmente para que las arañas pudieran confeccionar sus telas adecuadamente", remarcaron.
Y señalaron: "A lo largo de la historia del arte, son muchos los artistas que han trabajado con especies vivas para reflexionar sobre la convivencia con la naturaleza. De hecho, las investigaciones pioneras en bioarte funcionaron precisamente como estrategias de visibilización de la necesidad de preservar la vida en el planeta."
"En la actualidad, parte de la sociedad discute estas producciones. El rol del museo es fomentar la reflexión y el debate crítico, además de hacerse eco de estos cambios de mirada que complejizan prácticas históricas", cerraron desde el Museo.