Una jueza del condado de Los Ángeles (Estado de California, EEUU) habilitó a cinco testigos adicionales para que declaren contra el productor de cine Harvey Weinstein en un juicio en el que enfrentará 11 cargos por violación y abusos sexuales a cinco víctimas.
La noticia fue confirmada por la revista Variety, que detalló que estas personas fueron llamadas por la fiscalía para complementar la versión de las damnificadas, en una audiencia que se celebrará el próximo 10 de junio, previo al juicio que comenzará en septiembre.
Entre las citadas no se encuentran las actrices Daryl Hannah y Rose McGowan, algunas de las primeras intérpretes en acusar a Weinstein de "destruir" sus carreras tras ser violadas en 1997. Esta situación se dio luego de que en agosto pasado, la magistrada que lleva el caso, Lisa B. Lench, determinó no permitir ningún testimonio relacionado con sucesos anteriores al año 2000.
En este sentido, Lench se basó en el llamado "testimonio de malos actos anteriores", que se recoge en el estatuto de limitaciones y establece el tiempo máximo del que se dispone para iniciar un procedimiento judicial desde que se produjo el delito.
En lo que respecta a los litigios que enfrenta el fundador de The Weinstein Company, se trata de la segunda serie de denuncias por abusos sexuales, luego de que fuera condenado por un juzgado de Nueva York en 2020 a 23 años de cárcel por delitos similares.
En aquel entonces, el dictamen fue realizado por juez de la Corte Suprema, James Burke, quien decidió la pena de 20 años de prisión, más otros cinco de libertad supervisada, por el cargo de abuso sexual en primer grado, y otros tres años por el cargo de violación en tercer grado.
En junio de 2021, Weinstein fue extraditado a una cárcel de California para enfrentar los 11 cargos en los que está comprometido actualmente. Si es hallado culpable, puede ser sentenciado a hasta 140 años de cárcel.
Cuando en noviembre de 2017 se hizo pública la primera de las denuncias contra Weinstein, la misma se convirtió en el disparador de decenas de acusaciones contra reconocidas figuras de la industria y puso en evidencia una tóxica cultura de abusos de poder y comportamientos sexuales inapropiados.
El productor fue acusado por más de 80 mujeres, muchas de ellas actrices muy prestigiosas, como Salma Hayek, Rossana Arquette o Gwyneth Paltrow.