El 7 de septiembre del 2004, un terremoto con epicentro en la provincia de Catamarca y que se sintió en gran parte del país, puso en evidencia la falta de preparación para eventos de esta naturaleza. El sismo, de mas de 6 grados en la escala de Richter, causó diversos daños pero ninguna víctima fatal.
Aunque hubo algunas iniciativas legislativas propiciando el aprendizaje y protocolos de actuación en la emergencia, lo cierto es que la única ley que prosperó, fue declarar al 7 de septiembre como el “Día del Milagro”, atribuyendo a la Virgen del Valle el hecho de que no se hayan perdido vidas en esa ocasión.
La diputada Cecilia Guerrero (FdT) impulsa un proyecto de ley que propende la formulación de programas de capacitación continua y permanente del conjunto de la población de toda la provincia, “con el objetivo de que se aprenda cómo actuar en caso de sismos o terremotos, tanto de manera individual como colectiva”.
La legisladora consideró que, debido al riesgo que corre Catamarca en materia de eventos sísmicos, por su ubicación geográfica, “es una tarea que tenemos pendiente como Estado y como sociedad, y debemos imbuirnos de principios elementales como la protección humanitaria y a quiénes debemos proteger con prioridad”.
La fundamentación establece que deberán llevarse a cabo simulacros de evacuación tanto de edificios públicos y privados construidos en altura, de gran concentración de gente. El objetivo es establecer un comportamiento de la población en un evento de esa naturaleza, que pueda prevenir mayores daños y perjuicios de los que trae un terremoto por sí mismo.
“Si nosotros no prevenimos, si no sabemos cómo actuar, se propician más situaciones de caos social que se suman a las situaciones de miedo que provoca un hecho de esta naturaleza”, finalizó la autora del proyecto.
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