Una disputa por un asiento en la Cámara alta entre dos senadoras, una del interbloque de Juntos por el Cambio y la otra aliada del oficialismo, motivó reclamos cruzados de las dos principales bancadas y un llamado al orden de parte de la presidencia provisional del Senado, Claudia Ledesma.
La discusión se originó cuando la senadora por Cambiemos Fuerza Cívica Riojana, Clara Vega, fue convocada a izar la bandera en la apertura de la sesión y otra legisladora, Gabriela González Riollo (JxC-San Luis) se sentó en su banca.
Al advertir la situación, la vicepresidenta del interbloque del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, pidió la palabra para plantear una cuestión de privilegio por lo que calificó como "un conflicto con dos senadoras".
"Me da mucha verguenza tener que plantearlo. Es sobre la posición de una banca de dos senadoras. Es bochornoso que se den estas circunstancias, que una senadora se pare a izar la bandera y otra le ocupe la banca", recriminó Sagasti.
La legisladora se refirió a una supuesta disputa por la banca entre Riollo y Vega, quien ingresó al Senado como aliada de Cambiemos y luego se apartó de ese espacio para acompañar al oficialismo. "¿Qué es lo que va a seguir, asaltar los despachos a la noche? No me voy a poder ir de mi lugar porque nos van a ocupar la banca", reprochó la senadora.
Riollo pidió la palabra para responder las acusaciones al señalar que "se faltó a la verdad". "Me veo agraviada, no es verdad que una senadora se levanta y otra le ocupa la banca", afirmó Riollo, quien dijo que "debe haber un diálogo y mantenerse las buenas prácticas y lamentablemente esto no sucedió".
Vega por su parte, acusó a la bancada de Juntos por el Cambio de "acosarla" después de que abandonó el espacio y aseguró que desde ese bloque se le pidió devolver la banca. "Los primeros días de marzo recibo un llamado pidiéndome mi lugar porque no querían que estuviera sentada en el medio de ellos", dijo Vega, y contó que partir del 29 de diciembre se "inició un acoso constante hacia mi persona". "Son los mismos que me acosaron previo al ingreso a este recinto y que tienen más horas sentados ante los canales de televisión que en este recinto", dijo.
Los reclamos motivaron las intervenciones del jefe de los senadores radicales, Luis Naidenoff, quien negó las acusaciones, y de la presidenta provisional del Senado, que pidió orden en el uso de la palabra ante las interrupciones fuera de micrófono. Ledesma, incluso, le pidió al senador Naidenoff que "no le falte el respeto" después de que el radical le insinuara que estaba "teniendo dificultades para conducir esta sesión".
"Es una falta de respeto de usted hacia mi persona. Usted no me va a venir a marcar a mí el timing. Yo tengo que impartir las órdenes. No le falte el respeto a una mujer, por lo menos sea un poquito hombre", fueron algunas de las frases que Ledesma le dirigió a Naidenoff.