Ayer se celebró una nueva audiencia en el juicio oral por la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco. Prestó testimonio como perito la médica forense Virginia Creimer y en su declaración fue contundente al afirmar que "se trató de una muerte violenta por asfixia" según el comunicado de prensa de la Multisectorial Contra la Violencia Institucional.
Además, afirmó que es altamente probable que Franco fuera arrojado ya sin vida al río Paraná. Destacó lo que definió como práctica de la policía rosarina la de arrojar cuerpos al río Paraná como forma de borrar huellas y rastros e impedir así reconstruir lo sucedido.
En relación a las sogas encontradas en el cuerpo, afirmó que no son sogas de arrastre y que como estaban colocadas fueron puestas previamente, lo que puede indicar que le ataron un peso.
Por otra parte la experta forense destacó que de la inspección realizada en la Comisaría 7ma dio positivo el luminol en la "jaulita", pequeña celda en la que se supone estuvo Franco alojado. Destacó que eso evidencia la existencia de sustancias biológicas, que estaban esparcidas de tal manera que se podía deber a una golpiza.