El gobierno de Santa Fe oficializó este viernes a José Alberto Bernhardt como nuevo director del Servicio Penitenciario de Santa Fe. La designación se da en reemplazo de Walter Ataide, quien había renunciado al cargo días atrás cuando fue desplazado Jorge Bortolozzi como secretario de Seguridad.
Bernhardt ya fue funcionario en el área de seguridad de la provincia durante el gobierno de Jorge Obeid. Es un teniente coronel retirado que durante la última dictadura militar integró los cuerpos de inteligencia del Batallón 601 del Ejército y levantó polémica porque nombró como colaborador a Nicolás Correa, otro ex militar con antecedentes en delitos de lesa humanidad.
El nuevo funcionario tiene 72 años y estaba dedicado a la actividad privada, siempre relacionado con el tema seguridad. Su tarea de ahora en más será hacerse cargo de la explosiva situación que se vive dentro de las cárceles provinciales, que acumulan presos en condiciones de hacinamiento y bajo la mira de la Justicia que viene exigiendo, incluso por medio de la Corte Suprema, resolver los graves problemas en las condiciones de alojamiento de las personas privadas de la libertad.
A la vez, las principales cárceles santafesinas están bajo la mira por el uso indiscriminado de teléfonos celulares, que en realidad son una herramienta para permitir que las personas que integran bandas criminales continúen con la actividad delictivas desde el interior. Cada semana las fiscalías exhiben pruebas donde los delitos de mayor impacto público y violentos en una proporción importante son planificados, ordenados y organizados desde las celdas, como extorsiones, balaceras, homicidios, entre otros.
En 1995 al asumir su primer mandato, Obeid designó al teniente coronel retirado subsecretario de Seguridad Pública, cuando no existía el Ministerio de Seguridad y el área dependía del ministro de Gobierno.
Tras quedar como asesor en el segundo mandato de Carlos Reutemann, en 2003 Obeid lo convocó para dirigir el área de emergencias.
Los organismos de derechos humanos siempre cuestionaron el nombramiento, a todas luces una contradicción en relación a las políticas de derechos humanos que llevó adelante el ex gobernador Obeid. De todos modos, resistió los cuestionamientos y lo mantuvo en el cargo a partir de un vínculo personal a partir de los años 70.