La actitud suele cumplir un rol fundamental para todas las instancias de la vida. Y con buena predisposición para lograr lo anhelado, el reconocimiento siempre termina apareciendo. De la misma manera ocurre en el deporte, y en el fútbol en particular. Boca apostó al carácter para tomar las riendas del campeonato, después de algunas actuaciones dubitativas, y se adueñó aún más de la cima de la tabla, aprovechando el traspié de sus perseguidores. La oportunidad que tenía para despegarse del resto no la dejó pasar, pero esta vez ofreció primero esfuerzo y firmeza en todas sus líneas, y a eso le adosó el juego de sus mejores individualidades. Con esa fórmula se despidió en medio de aplausos, después de lograr la victoria con goleada incluída frente a Independiente.
Los goles de Benedetto terminaron dejando al colombiano Barrios en el segundo escalón entre los más destacados, pero el volante fue el líder en el rubro entrega y sacrificio. A partir de él se contagiaron tanto Gago como Pérez, y de esa manera la zona media tomó el control del desarrollo.
Los cuestionamientos que recibió hasta hace poco la defensa, comienzan a quedar atrás por la presencia de Tobio, que resuelve con sencillez y sin tanta brillantez en cada una de sus intervenciones. Esa premisa hizo que Boca fuera volcando todo a su favor, y le cerró los caminos a un rival que llevaba un invicto de 15 partidos, entre torneo local, Copa Argentina y Copa Sudamericana. El técnico Ariel Holan le cambió la fisonomía a este plantel, aunque ayer no tuvo respuestas ante el planteo local.
Las acciones de ataque comenzaron a presentarse para Boca, pero no encontraba claridad en la definición, y encima Campaña respondía con acierto cuando era exigido. Pero luego de más de un año, el equipo recibió un penal a favor por una infracción de Alan Franco a Pablo Pérez. Benedetto fue el encargado de convertirlo, con un remate bien cerca del palo derecho. El goleador, que suma 18 hasta el momento, también tuvo paciencia para acertar en otra definición, ya en el segundo tiempo, para marcar el tercero con un toque de zurda ante la salida del arquero.
Sin duda, el triunfo tuvo un momento clave en el minuto 44 del primer tiempo, cuando Benítez marcó el segundo gol de cabeza, luego de una gran acción individual de Pavón por la franja izquierda. Si Independiente podía evidenciar una reacción, ese tanto terminó por desecharla, sobre todo por lo poco que estaba produciendo. El conjunto de Avellaneda recién remató al arco a los 34 minutos, y el tiro de Martín Benítez fue controlado por Rossi.
El visitante tuvo un poco más la pelota en la segunda parte, pero no pudo inquietar con seriedad al arco de Boca, que mantuvo la seguridad para no correr riesgos como en los dos últimos partidos. La recta final será dentro de dos semanas, cuando todo se empiece a definir en sólo siete días, con las últimas tres fechas juntas. Boca necesitará de la garra que mostró ayer para no morir en el intento de llegar a la gloria.