El aliso o aliso del cerro es un árbol perteneciente a la familia de los conocidos abedules europeos (Betulaceae), su nombre científico es Alnus acuminata y generalmente se lo encuentra conformando bosques de montaña a lo largo de los húmedos faldeos andinos y sierras aledañas de Sudamérica. El aliso fue clasificado como categoría 1 en la Ley de Bosques, lo que significa que son intocables.
En Argentina solamente habita naturalmente en cuatro provincias: Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca, esto debido a que se distribuye por la franja de origen amazónico conocida como yungas. Conforma lo que se conoce como distrito de Bosque Montano de Yungas.
“En Catamarca, particularmente, forma extensos bosques en el este del departamento Andalgalá (Aconquija y sus alrededores), continuando por la Sierra de Narváez hacia el sur en el departamento Ambato (zona de Las Chacritas) y en la sierra de Humaya al oeste de Singuil. También se lo encuentra en el departamento Paclín, conformando en algunos sectores bosques mixtos junto al pino del cerro y el arrayán”, explicó a Catamarca/12 el biólogo Gonzalo Martínez.
El aliso es un árbol de tronco recto que puede alcanzar los 25 metros de altura o incluso superarlos cuando ya tiene una edad muy avanzada y se encuentra rodeado de otros árboles. Su follaje es caduco, es decir, sus hojas caen totalmente en otoño para luego rebrotar en primavera. Es un árbol que necesita de varias horas de frío y mucha humedad durante todo el año, es por eso que solo crece en sectores sumamente húmedos y con suelos ricos en nutrientes.
En lugares donde las precipitaciones superan los 1000 mm conforma bosques más extensos, mientras que donde las lluvias son algo inferiores se limita a formar bosques marginales o ribereños. En otoño e invierno se nutre en gran medida del agua del rocío o de la niebla.
“En los bosques que conforma el aliso también habitan una gran cantidad de especies, especialmente en su sotobosque, siempre hablando de las áreas que no han sido degradadas por el humano, claro está. Una gran variedad de helechos y plantas epífitas, así como hongos, se pueden encontrar en estos fascinantes bosques que parecen de cuento”, dijo el biólogo.
“El aliso es una especie sumamente importante, hasta se podría decir que se evitan tragedias gracias a su presencia, pues su función principal en el ecosistema que habita es evitar los deslizamientos de suelo”, resaltó Martínez.
En tanto, explicó que “ sus raíces forman una suerte de malla que contiene a los suelos, evitando así que se generen derrumbes en las zonas montañosas en las que habita. Cuando sucede algún tipo de disturbio, ya sea un desmonte o algún tipo de deslizamiento de tierra, el aliso inmediatamente coloniza ese sector, pudiendo apreciarse al poco tiempo pequeños ejemplares renovales”.
“Resulta indispensable que los estados y los privados respeten el ordenamiento territorial de los bosques nativos y sus categorías, pues estos bosques de aliso se encuentran clasificados en rojo (categoría 1), es decir que son intocables”, manifestó.
Refiriéndose a su cuidado dentro de Catamarca, Martínez dijo “Muchas obras se hacen sin ningún tipo de estudio de impacto ambiental, algo que resulta evidente al ver cuánto han arrasado para pavimentar la ruta provincial 1, en la zona de Las Chacritas. O bien al planificar la construcción de un dique en El Potrero del Clavillo. Los servicios ambientales que presta el bosque de aliso deberían ser razón suficiente para que se creen áreas naturales protegidas que los conserven, en lugar de actividades que los destruyan”, concluyó.