Las fuerzas de seguridad británicas detuvieron ayer a 12 personas sospechadas de integrar el grupo jihadista que atacó el sábado. Entre las primeras medidas de la investigación, la policía metropolitana confirmó que ocho agentes abrieron fuego contra los tres terroristas autores de los dos ataques. En una presentación ante los medios, el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Mark Rowley, indicó además que en adelante habrá más medidas físicas en los puentes de la capital británica para proteger a los ciudadanos.
La policía realizó allanamientos en el distrito de Barking, 14 kilómetros al este del Puente de Londres (London Bridge), uno de los escenarios de los ataques. Algunos testigos relataron a medios británicos que las fuerzas de seguridad acordonaron la entrada a un edificio de departamentos en la calle King’s Road del barrio londinense y aseguraron haber escuchado detonaciones. Veronica Oladapo, vecina de Barking de 45 años, dijo que alrededor de las siete de la mañana, hora local, vio cómo la policía se llevaba detenidos a varios hombres y a una mujer. Según la testigo, dos de los hombres y la mujer fueron trasladados en una ambulancia.
La comisaria jefe de Scotland Yard, Cressida Dick, informó que la policía tardó ocho minutos en abatir a los atacantes desde que recibió las primeras llamadas pidiendo ayuda y dijo que se reforzó el número de patrullas en Londres para garantizar la seguridad. Ocho agentes de policía mataron a los agresores disparando unas 50 balas, señaló el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Mark Rowley. Los tres atacantes tenían lo que parecían ser chalecos explosivos, pero resultaron ser falsos, confirmó Rowley en rueda de prensa. Los investigadores tratan de determinar si tuvieron cómplices, dijo el investigador.
Cuarenta y ocho heridos (entre ellos dos policías) fueron tratados en hospitales de Londres, y 21 permanecían en condición crítica, informaron autoridades médicas. Entre los heridos hay ciudadanos de Alemania, Francia y España. El diario The Sun, que tiene su sede muy cerca del Puente de Londres, publicó ayer un video grabado por cámaras de seguridad donde se puede ver a dos de los atacantes caminando con calma por la zona de bares en el mercado de Borough, antes de su raid de apuñalamientos.
El diario también difundió una fotografía donde se ven los cadáveres de los tres agresores, desparramados en unos 20 metros cuadrados, con dos policías de pie que tocan los cuerpos con sus piernas extendidas, para cerciorarse de que estén sin vida. La policía revisaba además imágenes de otras cámaras de seguridad instaladas en la zona del Puente de Londres y el mercado de Borough (Borough Market), en la orilla sur del río Támesis, para reconstruir los movimientos de los atacantes.
Una amplia zona alrededor del lugar de los hechos permaneció acordonada, mientras expertos forenses recogían pruebas en la zona del ataque. Es la tercera investigación por un atentado islamista de gran envergadura que han lanzado las fuerzas de seguridad en apenas tres meses, y llega unas dos semanas después del atentado suicida que dejó 22 muertos al final del recital de Ariana Grande en la ciudad inglesa de Manchester.
El nivel de amenaza fue elevado a crítico luego del atentado de Manchester, lo que implicaba que un nuevo ataque era inminente y permitía sacar al Ejército a la calle para reforzar la seguridad. Días después, las autoridades redujeron el alerta a severo, dando cuenta que otro atentado era altamente probable. La ministra del Interior, Amber Rudd, dijo ayer que el nivel de alerta permanecerá en severo.
El atentado, el tercero en tres meses en el Reino Unido, conmocionó al país a pocos días de las elecciones. El ataque comenzó a las 22 cuando una furgoneta blanca se subió a la vereda a 80 kilómetros por hora y arrolló a un grupo de peatones cerca del concurrido Puente de Londres. Tres hombres salieron del vehículo armados con cuchillos y comenzaron a atacar a las personas que se encontraban en bares y restaurantes en el mercado de Borough, asesinando o hiriendo a sus víctimas a sangre fría.