Leandro Somoza asume toda la responsabilidad al frente del plantel de Central y decidió tomar decisiones relevantes en el armado del equipo que comenzará el mes que viene una nueva temporada. El técnico prescindirá de jugadores con contrato, entre ellos Emiliano Vecchio, de otros que jugaron muy poco en el año y de algunos de los refuerzos que sumó el club en el anterior mercado de pases de verano. La dirigencia mediará en solo un caso, el de Emmanuel Ojeda, donde las autoridades no comparten la determinación del entrenador de prescindir de sus servicios. El equipo hace la pretemporada en Buenos Aires.
La salida de Vecchio de Central está tan anunciada que nadie se sorprende en Arroyito. El diez es un jugador que puede gravitar en los partidos solo si está en plenitud física. Y si bien el jugador hace tiempo que dejó de esforzarse por encontrar su mejor versión, lo que lo saca del club es su conflictiva vanidad. Vecchio fue un generador de problemas en la convivencia, aunque en redes sociales se esfuerza por mostrar otra imagen. Cristian González fue permisivo, al punto que toleró un cambio de preparador físico en el cuerpo técnico porque el diez no aceptaba su rutina de trabajo pero Somoza no está dispuesto a ceder el liderazgo del grupo. Somoza no quiere a Vecchio como tampoco a Milton Caraglio, Ojeda, Martín Rabuñal, Michael Covea y Ricardo Garay, aunque ninguno de esos casos tiene semejanza a la situación del talentoso volante.
Caraglio nunca fue tenido en cuenta por su situación física. El delantero fue operado de la rodilla a poco de llegar al club y no logró imponerse en las prácticas ni con el Kily como técnico y tampoco ahora con Somoza. Caraglio no encuentra su plenitud en el rendimiento a pesar de cumplir las rutinas físicas, por lo cual el entrenador cree que recuperar su mejor versión deportiva ya no es posible.
Rabuñal, Covea y Garay no son jugadores que a Somoza le despierten la atención. El entrenador pretende sumar refuerzos de jerarquía y validar el respaldo a juveniles que lucen a nivel de Primera, como Alejo Véliz o Facundo Buonanotte. Por eso ninguno de los tres antes mencionados tendrán lugar en el equipo de Somoza, incluso Rabuñal, quien hace pocos meses renovó su contrato con el club.
Mientras que la situación de Ojeda es diferente a todas. El volante central es un jugador que logró destacarse con Kily González pero con el nuevo entrenador no solo perdió la titularidad sino que no ha tenido minutos una vez que fue desplazado del once principal. Somoza quiere un volante central de otras características pero los dirigentes creen que desplazarlo del plantel sería devaluar el pase de un jugador que tenía cotización superior al millón de dólares dos meses atrás. La dirigencia buscará persuadir al entrenador para la permanencia del correntino.
El plantel que disponga Somoza vuelve a los entrenamientos el viernes, dado que el domingo viajará a Buenos Aires para realizar una semana de pretemporada en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino tiene en Ezeiza. Es decir que antes del viernes la dirigencia debe acordar el contrato de renovación de Lucas Gamba, un jugador que está bien considerado por el entrenador pero que se queda a fin de mes sin vínculo con el club. La situación del ex delantero de Unión es la única a destrabar contractualmente en la semana por parte de las autoridades. Gamba firmará por dos años más con la auriazul.