Seguramente todos los porteños celebramos el haber sido seleccionados como sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Celebramos porque, además de ser un reconocimiento y un evento que enaltecerá a la Ciudad de Buenos Aires y la proyectará al mundo a través de la cobertura mediática, el remanente de la infraestructura será destinado a la construcción de viviendas.
¿El remanente? Sí. Lamentablemente queda en evidencia, una vez más, que la solución a los problemas habitacionales de la Ciudad no es una prioridad para la gestión del PRO, en tanto aparece subordinada a otros objetivos. De hecho, existe un déficit habitacional alarmante: según un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, alrededor de 200.000 vecinos de la Ciudad viven en villas o asentamientos informales y 40 por ciento de todos los porteños son inquilinos. En este sentido, lo que plantean como principal propuesta habitacional en 12 años sería el resultado de viviendas que fueron pensadas y construidas para otro fin.
Si, como podemos ver en las estadísticas, existe un grave déficit habitacional en la Ciudad, cabe preguntarnos: ¿había que esperar a un evento deportivo para que el gobierno lo asumiera como una problemática central a resolver?
Según fuentes del Gobierno de la Ciudad, el proyecto de la Villa Olímpica, un mega emprendimiento de 160 millones de dólares que se ubicará en Villa Soldati (Comuna 8), incluirá 1.200 unidades habitacionales. Durante los eventos, estos departamentos albergarán a los deportistas de todo el mundo. Una vez concluidos los juegos, y cuando los “ojos del mundo deportivo” giren hacia otro hemisferio, quedarán disponibles los departamentos, de entre 1 y 3 ambientes, para las familias porteñas.
Cabe preguntarse, en el marco de lo que significa el indemorable desarrollo del sur y las bondades del proyecto para ello: ¿por qué no se extienden asimismo las líneas de subte para acceder al espectáculo para asegurar la conectividad de todos aquellos que accedan al complejo habitacional? Si la idea es estar a la altura de los grandes eventos deportivos mundiales, ¿qué espectáculo organizado hoy en el mundo de esa escala no prevé transporte público subterráneo?
Seguramente sea un proyecto que vaya a transformar la vida de los habitantes de la Comuna 8, una zona postergada por muchos años. Sin embargo, existe un elemento más, que resulta preocupante. Como señaló el legislador Juan Francisco Nosiglia al momento de la votación del proyecto en la Legislatura porteña, desde ECO “acompañamos los objetivos de urbanización y de desarrollo del sur de la ciudad, pero no dejamos de llamar la atención sobre el mecanismo que está repitiendo el oficialismo, que consiste en financiar estas iniciativas con la venta de tierras.”
¿Quién paga los juegos?
La Ciudad gestionó un crédito de 160 millones de dólares a través de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y un adelanto del Tesoro Nacional. Como en otros eventos a nivel mundial, ya sea mundiales de fútbol o Juegos Olímpicos, la celebración de los Juegos Olímpicos de la Juventud demanda un gasto excesivo por parte de la Ciudad. Lo mismo ha ocurrido en otros países y ciudades.
Por ejemplo, en Beijing, el estadio conocido como “el nido de pájaros”, que fue construido para las Olimpíadas de 2008, impresionó por su arquitectura moderna, el show de fuegos artificiales y luces, pero hoy no es más que un lugar sin uso. El proyecto de la Villa Olímpica, en principio, lograría evitar eso, gracias a la discusión dada en el seno de la Legislatura porteña por fuerzas opositoras como ECO.
Un dato alentador es que para la construcción del complejo, se calcula que alrededor de 3.000 obreros participarán de las obras. Además de generar trabajo, se dinamiza un sector de la economía como es la construcción, que viene atravesando un panorama difícil desde hace ya algunos años.
Ser sede de un evento de tal magnitud es una gran oportunidad para la Ciudad. Sin embargo, es importante rediscutir las prioridades, exigir más y así evolucionar: el acceso a un derecho básico como es la vivienda no puede estar supeditado a la realización de un evento deportivo.
* Presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires.