Según cifras estimativas del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina existen 140 mil personas que viven con el virus de VIH, y un 17 por ciento de ellas desconoce su diagnóstico.
“La salud es el aspecto más importante de un ser humano y no solo hay que pensarlo con las enfermedades infecciosas sino que hay que darle valor en todos los aspectos de la vida”, dice el médico Eduardo Rombolá, jefe de Infectología del Hospital Enrique Vera.
En diálogo con La Rioja/12 habló sobre el aumento de casos de VIH e ITS, la importancia de la prevención y el control, y algunos aspectos de la nueva ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual que propone un abordaje integral desde la salud colectiva y otorga cobertura universal y gratuita de una asistencia integral -medicamentos, insumos, vacunas, tratamientos.
El medicó infectólogo explicó que en “la pandemia apareció un concepto de la emergencia de las enfermedades infecto contagiosas; tiene importancia porque en los países de referencia, las enfermedades crónicas (patologías cardiovasculares, neurológicas) habían pasado a ser las más importantes y las enfermedades infecciones estaban en otro orden de importancia y con la pandemia reflotaron”, dijo.
Por las medidas preventivas y las restricciones, las personas no consultaban, estaban aisladas, y eso complicó la asistencia y también bajó el número de diagnósticos. “Las personas no realizaban los controles, ni podían buscar las drogas porque no tenían transporte, por ejemplo”, aseveró.
“En el 2020 el número de diagnósticos fue alrededor de 60 cuando, estamos en un promedio de 100 casos por año”, aseguró Rombolá, aunque en el número no incluye el registro de las obras sociales. En 2021, la cifra llegó a 130 y en lo que va de 2022 ya diagnosticaron 30 casos nuevos. Los datos no son muy alentadores: “Tenemos mucho VIH, tenemos mucha sífilis y estamos tratando gente cada vez más joven”. El mayor porcentaje aparece entre los 20 y 30 años y en general los varones son los que más se contagian. “El porcentaje de varón /mujer es de 2 a 1; y nos llama mucho la atención el porcentaje de la población extranjera que viene a La Rioja a las universidades”, dijo a este diario.
El jefe de Infectología sostiene que “no todas las personas deciden hacerse una serología para saber si tiene HIV” y destaca que uno de los aspectos fundamentales es que la gente se sienta protegida, no discriminada y se respete su privacidad a la hora de los análisis".
“Con el diagnóstico, una persona puede recuperar su salud porque si bien el VIH no tiene una terapia que termine con la enfermedad, tiene una que la controla y se puede tener una vida normal. Además, se reduce al mínimo la transmisión si es que la persona cumple con la medicación en forma correcta”, comentó y apeló a los controles voluntarios. “Uno debe analizar que no hay que dañar a otros porque es un principio básico de vida”.
El preservativo masculino y femenino es la única barrera que evita la transmisión sexual del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
Rombolá resaltó del proyecto de ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual, que tiene media sanción, la eliminación de formas de discriminación porque prohíbe la realización de la prueba diagnóstico en los exámenes médicos pre-ocupacionales, como así también durante el transcurso y como parte de la relación laboral.