Finlandia y Suecia solicitarán el ingreso en la OTAN el miércoles, anunciaron ambos países, pese a las advertencias de Rusia y al riesgo de un veto por parte de Turquía, miembro de la Alianza militar transatlántica.
"El mismo camino"
Después de que el Parlamento de Finlandia aprobara el martes con más del 95 por ciento de los votos unirse a la OTAN, los dos países nórdicos presentarán conjuntamente el miércoles en la sede de la organización en Bruselas sus solicitudes de ingreso, anunció en Estocolmo la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, junto con el presidente finlandés, Sauli Niinistö. "Me alegro de que hayamos tomado el mismo camino y de que podamos hacerlo juntos", sostuvo en una conferencia de prensa conjunta.
El conflicto Rusia - Ucrania, minuto a minuto
Ambos dirigentes viajarán a Washington el jueves para reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció por su parte la Casa Blanca. Después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, pareciera el lunes rebajar sus amenazas de represalias por la entrada de los dos países en la OTAN, el principal obstáculo ahora parece provenir de la alianza de 30 países.
Turquía, en principio, se opone
Turquía, uno de los miembros cuya ratificación es indispensable al igual que la del resto, reafirmó este lunes su negativa a la entrada de Suecia y Finlandia, pese a las discusiones diplomáticas desarrolladas durante el fin de semana. Turquía "no cederá", dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan, acusando a Suecia de ser "el vivero de organizaciones terroristas" y acusándolo de haber tomado sanciones contra su país debido a la situación relativa a los kurdos.
Los analistas creen que Turquía está buscando contrapartidas a cambio de su visto bueno, intentando por ejemplo que Estados Unidos le venda finalmente su avión de combate F-35.
Turquía critica en particular a los dos países nórdicos por no aprobar solicitudes de extradición de personas a las que Ankara acusa de ser miembros de "organizaciones terroristas", como el Partido de los trabajadores de Kurdistán (PKK), o por haber congelado las exportaciones de armas a Turquía. A pesar de ello, el presidente finlandés se mostró "optimista" sobre la posibilidad de conseguir el apoyo de Turquía, "con la ayuda de discusiones constructivas".
Por su parte, Andersson dijo que "Suecia espera trabajar con Turquía en la OTAN y esta cooperación puede ser un elemento de nuestra relación bilateral". También aseguró que Estocolmo "está comprometido con la lucha contra todas las formas de terrorismo".
Washigton, optimista
En tanto el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price señaló: "confiamos en nuestra capacidad para preservar el consenso dentro de la Alianza" a favor de la adhesión. Pese a las declaraciones del presidente turco, este sentimiento "no cambió", aseguró Price ante la prensa en Washington. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, debe reunirse en Nueva York con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, el miércoles.
Las solicitudes de Finlandia y Suecia, consecuencia directa de la invasión rusa de Ucrania lanzada el 24 de febrero, siguieron dando pasos adelante el martes. Al final de una sesión parlamentaria de dos días, el Parlamento finlandés aprobó el plan de adhesión por 188 votos a favor, ocho en contra y ninguna abstención. "Es un resultado excepcional, no esperaba que fuera tan claro. La votación es clara, no hay más discusiones", declaró el Ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, antes de firmar la solicitud de adhesión de su país. La ministra de Asuntos Exteriores sueca, Ann Linde, firmó el martes en una ceremonia la solicitud de Suecia.
Tras el aumento del apoyo público a la adhesión, Suecia y Finlandia consideraron necesario protegerse de una Rusia que ahora consideran capaz de invadir militarmente a uno de sus vecinos. Los dos países pasarían así la página de décadas de neutralidad y luego de no alineamiento militar en la región.
Acuerdos bilaterales
Preocupados por la reacción de Rusia, ambos países buscan acuerdos de seguridad bilaterales para el periodo previo a su entrada formal a la Alianza transatlántica, que puede durar varios meses. En este sentido, el jefe del ejecutivo alemán, Olaf Scholz, sostuvo este martes que Alemania intensificará su "cooperación militar, especialmente en la región del Báltico, con ejercicios militares comunes".
Por otra parte, Gasum, la empresa finlandesa encargada de las importaciones de gas, dijo el martes que teme un corte en el suministro ruso por su negativa a pagar en rublos como exige ahora Moscú tras la batería de sanciones económicas impuestas por las potencias occidentales.