En el marco de la puesta en marcha del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, se reunió este martes con directivos de cámaras de pastas frescas, propietarios de pizzerías, casas de empanadas y actividades afines, fideeros y asociaciones de panaderos.

El fideicomiso del trigo, que ya cuenta con las primeras empresas inscriptas para recibir los subsidios correspondientes por parte del Gobierno nacional, tiene como objetivo desacoplar los precios del mercado interno de la volatilidad que presentan a nivel internacional.

En este contexto, Feletti también se reunió este lunes con dirigentes de las cámaras molineras, quienes plantearon la voluntad de participar del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino si se reconocen algunas particularidades productivas del sector y una mejora en el precio final de la bolsa de harina industrial, dada la volatilidad que adquirió el mercado mundial de trigo luego de la reciente retirada de India.

También se plantearon las dificultades que genera la presión de exportadores locales en la compra de trigo destinado al mercado interno.

Al respecto, el secretario de Comercio Interior se comprometió a mantener el diálogo con el propósito de lograr un acuerdo entre las partes.

Por su parte, en diálogo con AM750, el presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA), Raúl Santoandré, apuntó contra el sector molinero al afirmar que como "son reacios al fideicomiso, los que sufren son tanto la industria panaderil como la sociedad, porque al no tener subsidio la harina no se puede trasladar ese precio al pan”.

En esa línea, Santoandré llamó a la reflexión a las molineras, ya que se necesitan sus adhesiones al fideicomiso impulsado por el Gobierno para “lograr el objetivo, que es llevar un pan a la mesa de todos los argentinos”.

Y denunció que "la industria molinera siempre fue favorecida y los panaderos nunca tuvieron una mano en ningún momento”.

“Muchas veces la industria molinera quiere hacer quedar al panadero como el malo de la película, como el que aumenta el precio y eso es inexacto”, insistió. Y concluyó: “La industria panaderil siempre está dispuesta a ayudar y colaborar”.