Desde el 22 al 25 de mayo en los Valles de Salta, en Chicoana se reúne el Tercer Parlamento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir. Se realiza en el marco de una campaña, que ya lleva dos años, dedicada a la abolición de la práctica del chineo. “Es una aberración que se viene cometiendo desde la llegada de Colón a la fecha”, explicó Moira Millán, weychafe mapuche y activista.
El chineo es una práctica habitual en Argentina y Latinoamérica. Las infancias indígenas son sometidas a todo tipo de abusos y violaciones a manos de criollos: ”Van de cacería por nuestras hijas, por nuestra niñez sagrada, se les ha permitido hacer lo que quieren”, señaló la activista en diálogo con La Casa Invita por AM 750.
La integrante del Movimiento Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir señaló que la lucha por la abolición pretende comprometer a toda la población: “Tiene que ser una práctica que se considere despreciable, tiene que ser condenada por la sociedad. No es lo mismo una violación grupal que el chineo”, manifestó Millán y planteó que en el chineo el accionar de los violadores se diferencia porque hay premeditación y organización. Los criollos entran a los territorios y seleccionan: “Es una asociación ilícita”, dijo.
La activista denunció que estos crímenes no tienen precedente jurídico que ponga límite. El desamparo por parte del Poder Judicial es total: “La mayoría de las hermanas no son hispano hablantes. La Justicia es sorda porque no maneja los idiomas originarios”, planteó Millán y agregó que el sistema judicial está violando el “Tratado Internacional de los Derechos Lingüísticos en el que se compromete a tener peritos traductores para los pueblos indígenas” en todas las áreas de los gobiernos y en todos los estamentos. “Ni siquiera les toman la denuncia, de hecho ha habido fallos en los que, lejos de condenar, dicen que es una práctica cultural”.
En la misma línea, la fundadora de del Movimiento Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir señaló que la complicidad y desidia del Estado ante esta situación no es exclusiva del Poder Judicial: "Tendríamos que estar con una apoyatura importantísima. Cierta funcionarias de Género con altos cargos nos están colaborando con plata que es un chiste", aseguró.