La particular conjunción de una ingeniera y un realizador cinematográfico, generó un proyecto que ya lleva 15 años ininterrumpidos. Ella, Matilde Casermeiro, él, Alejandro Arroz, son quienes llevan adelante el Cine Club de los Miércoles, hoy con sede en el Mercado Artesanal.

“Encontré en Alejandro una persona apasionada por el cine, muy seria profesionalmente y muy divertido a la vez. Lo importante es que tenemos principios y valores en común”, comienza el relato Matilde, a lo que rápidamente Arroz agrega: “Yo dejo a un lado mi condición de cineasta y me pongo en cinéfilo. Soy ‘Cinecluista’ desde los 15 años y Mati es muy cinéfila, con un ojo muy crítico. Hemos congeniado de una manera estupenda”.

Allá lejos hace tiempo

Quizá a la inversa de lo que se hubiera imaginado, la propuesta de crear el Cine Club nace desde la ingeniera del grupo, “empezó con una propuesta de Mati (como todos la nombran) que es ingeniera, y el COPAIPA (Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines) en ese momento había lanzado un llamado para que se presenten actividades culturales a concursar. Nosotros habíamos tenido un pequeño encuentro en donde ella me pidió unos servicios de producción, esto era lo único que nos unía. Pero me llamó y me hizo la propuesta, ya que yo cineasta y ella ingeniera, y dentro del COPAIPA, para que armemos un Cine Club allí”, comenta Arroz.

El cineasta salteño agrega al relato pormenores de aquel inicio: “La convocatoria para presentar proyectos fue en el 2007 y, ya en marzo del 2008, lanzamos el Cine Club de los Miércoles con ‘El ciudadano Kane’. La idea fue armar una programación mensual temática alrededor de un actor o una actriz, o de un tema en particular. Hicimos de género, de música, filosofía, ópera, ‘cine y vino’, donde participó un enólogo que después nos hacía disgustar el vino que iba con la película, hasta hicimos ‘circo y cine’ con malabarista en la sala. Estuvimos 10 años en el COPAIPA todos los miércoles”.

Historias del cine club

Luego de 15 años, ni siquiera interrumpidos por la pandemia ya que siguieron una modalidad de vinculación on-line con los “cinecluistas”, los hacedores del ciclo resaltan una los lineamientos que siguen desde el espacio. Así lo comenta Alejandro Arroz: “Alguna vez sucedió que nos quisieron poner alguna película según el lugar donde estábamos, pero tuvimos que decir no, y aclarar que no lo podíamos poner porque era mal cine, que no era nada personal o particular con el espacio. Pero así como pasó esto, también hemos proyectado películas por pura confianza. Por ejemplo, hay una película que se llama 'Oro Verde' que la dirigió un belga, Sergio Ghizzardi. Me llamó una amiga colega y me dice ‘mirá, tengo esta película internacional sobre cuestiones ambientales’ y que el director podía venir a Salta si le dábamos sala porque una parte era filmada en Salta. Entonces en ese caso de vínculo y confianza, no tiene que mostrarnos la película”.

La situación que relata Arroz sucedió también con la primera proyección de este año: “Así pasó con la película de Sara Mamaní, que fue la primera de este ciclo. Me llama Sara, una gran artista a quien conozco de años, y también a Miguel Mirra (productor y guionista) que lo conozco desde el 86… no le iba a decir a Miguel ‘a ver, mostrame la película de Sara para saber si está bien o no’”. Esta primera proyección fue a sala repleta, con espectadores que siguen aclamando para que se hagan nuevas funciones.

Los horizontes del cine club continúan renovándose. Después de 15 temporadas siguen repensando el formato y las maneras de encarar el proyecto, este año "vamos a experimentar otra idea, si bien durante mayo vamos a proyectar los cuatro miércoles, a partir de junio vamos a hacer una película por mes pero más producida, en el sentido de que le vamos a poner de todo. Vamos a invitar a personas que tengan que ver con la película y sumarle un valor agregado, algo que lleva mucho trabajo pero creo que a la gente le va a gustar mucho”, comenta Matilde.

“La idea del un Cine Club es que las películas no se consigan en cualquier plataforma, o que si bien puede haber algunas que se consiguen, la propuesta es desde el espacio armar un ciclo dando contenido, una charla previa, un marco. Estas cosas que el público agradece mucho”, comenta Arroz.

La ingeniera salteña y co-fundadora del Cine Club agrega: “Uno de los logros, que generamos después de tanto tiempo, es que formamos audiencias, en el sentido de que de alguna forma enseñamos, entre comillas, a mirar el cine. Dimos charlas los primeros años sobre técnicas y sobre los aspectos de la filmografía. Íbamos explicando y de a poquito introduciendo al público en el lenguaje técnico”.

Tenemos público fiel de años. Se generan muchos debates y eso lo hace más interesante. En una época las charlas seguían hasta en la vereda o íbamos a comer y continuábamos ahí”, agrega Casermeiro.

“Hemos hecho cosas increibles”, comenta entre risas Arroz recordando la vez que proyectaron en el ciclo la película “La guerra y la paz” del cineasta soviético Bondarchuk, y que dura 9 horas y se emitió en 4 encuentros distintos: “y la gente vino a ver una película en serie... estuvimos como 5 años para decidirnos porque no sabíamos si el público iba a responder. Lo hicimos un invierno y la gente respondió maravillosamente”.

La cinéfila e ingeniera Matilde Casermeiro reflexiona: “Nosotros ponemos alma, corazón y vida en esto. La entrada es libre y gratuita, no percibimos nada por por este trabajo que hacemos, pero es un placer realmente. Sabemos que mirar cine en una sala tiene un encanto que realmente contagia”.

Lo que se viene

Si bien en 2020 y 2021 no se pudo continuar con las proyecciones y la participación física se vio impedida a causa de la pandemia de la covid, el vínculo se sostuvo con actividades virtuales. Ya en 2022 se reanudaron las actividades, las cuales comenzaron a retomarse de cara a la temporada 15 con sede en el Mercado Artesanal.

Función especial para escuelas de la película Los Vilca Condorí.

El ciclo comenzó con la proyección de la película sobre Sara Mamaní y continuó con la proyección de Los Vilca Condorí, dirigida por Alejandro Arroz, enmarcada en los 40 años de Malvinas. “El 18, ya que es el censo, se va a proyectar la serie Blanco y Negro, porque la idea es concientizar lo referido a la pregunta sobre afrodescendencia”, comenta Casermeiro.

“Para el 25 de mayo, que es miércoles pero el Mercado abre, vinculando con la gesta del 25 de mayo, tenemos una compilación de películas en cortos de 10 minutos cada uno, de grandes directores. Sobre todo uno que se llama "La revolución de Mayo" que lo dirigió Mario Gallo y es la primera película argentina estrenada. Se proyectó un 23 de mayo y es por ese hecho que se instrumentó el día del cine nacional. Así que va a ser un 25 de mayo también homenajeando el 23 que es día del cine nacional”, comenta con alegría el cineasta salteño.

A partir de junio la propuesta será proyectar una vez por mes, “podemos adelantar que tenemos pensado hacer una función de cine mudo argentino y agregarle música en vivo. Otro adelanto es que el 12 de octubre vamos a estrenar una presentación musical que hizo Bernabé Montellanos en la Casa de la Cultura hace muchos años y que nunca se editó. Vamos a presentarla, esperamos, con la presencia de Bernabé”.

Las proyecciones, que serán el segundo miércoles de cada mes, prometen un nuevo aire a la temporada 15 del Cine Club, apostando a diversas propuestas donde inclusive se tuvieron en cuenta sugerencias del público frecuente del espacio.

Se puede seguir el ciclo y la programación en las redes sociales del Cine Club, en las que se asoman nuevos desafíos y horizontes para esta propuesta que promete muchas temporadas más de pantalla para el público ávido del séptimo arte.