En el marco de la segunda audiencia del juicio por el femicidio de Agustina Nieto (22), contra Joaquín "Gololo" Viñabal (25), un vecino del barrio San Benito, de apellido Alderete, dijo que lo vio junto a otra joven y la víctima en la casa abandonada en la que al día siguiente, el 10 de noviembre de 2018, fue hallada asesinada.
Alderete, que dijo conocer a Viñabal desde la infancia porque vive en la misma barriada, recordó que al salir del trabajo, entre las 19 y 20 del día anterior al hallazgo del cuerpo de la joven, pasó frente al aguantadero y vio a “Gololo” y una joven a quien también conocía del barrio. “Me pidieron cigarros, le dije que no tenía”, recordó. Agregó que también vio que Agustina se dirigía a la casa abandonada, a quien no conocía pero la identificó luego cuando la Brigada de Investigaciones le mostró la foto. Sostuvo que no recordaba si había otras personas.
Alderete contó que fue careado con Viñabal en la etapa previa de investigación, “Dijo que él iba a mi casa siempre, a reuniones de la CCC, yo le dije que era mentira, porque nunca fue. Él se negaba", manifestó.
Viñabal, el único imputado en este juicio, está acusado de homicidio calificado por el número de participantes y por el agravante de género. Los otros posibles implicados no fueron identificados.
Por otra parte, un perito señaló ayer que la víctima tenía signos de haber sufrido un ataque sexual, y también indicó que su mochila y billetera estaban abiertas como si se hubiera "buscado algo" entre sus pertenencias.
El criminólogo Hugo Dante Flores Solís, del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, intervino el mismo 10 de noviembre de 2018 a las 21, en la escena del crimen, que describió como un inmueble en estado de abandono que tenía un único ingreso por el frente, una abertura que carecía de puerta. El lugar estaba tapiado a la vuelta, lo que impedía la visión desde afuera a la parte interna.
El especialista detalló que el sitio donde se encontró el cuerpo de la víctima estaba a 6 metros del ingreso y que había un aplastamiento reciente de la vegetación que pudo haber sido por el efecto de dos o tres personas paradas, aunque aclaró que no puede decir con certeza cu{antos victimarios hubo. También dijo que desde la puerta no se lograba visualizar a la víctima.
Indicó que el cuerpo estaba boca arriba, con las piernas contraídas. "Tenía pantalón, calza y ropa interior por debajo de la rodilla, la remera con daños en la parte media", y dijo que todo esto le daba "la sensación de una ruptura violenta", al igual que de los breteles del corpiño. Toda la vestimenta estaba fuera de lugar y solo tenía colocada una zapatilla.
El perito consideró que la forma en que se encontró el cuerpo se relaciona con un "ataque sexual". Interpretó los indicios, teniendo en cuenta el informe médico legal, y su hipótesis es que la víctima pudo haber sido atacada mientras se encontraba de pie, de espaldas a la pared, frente al victimario, dijo que pudo haber sufrido asfixia y de forma posterior le bajaron el pantalón, allí podría haber perdido el equilibrio y las posibilidades de defensa.
Flores Solís dijo que la mochila de Agustina Nieto, que estaba en el lugar del crimen, estaba abierta. Tras enumerar los objetos que contenía, sostuvo: "Me dio la sensación de que alguien extrajo todo eso de forma violenta, por eso el desorden, y buscó algo". Indicó que la billetera también estaba abierta, sin ningun elemento en el interior. "Daba la sensación de que el desorden fue de alguien que estuvo buscando, sacando cosas, que es muy probable que (esas cosas) hayan estado en la mochila", insistió el perito.
Por su parte, el médico forense del CIF Daniel Chirife, que realizó la autopsia el 11 de noviembre a las 9 de la mañana y determinó que la muerte se produjo entre 24 o 28 horas antes, dijo que el cuerpo no presentaba signos de lucha, no tenía lesiones agresivas o defensivas, y aseguró que si bien no encontró lesiones, no podía descartar una violación.
Chirife concluyó que la causa de muerte fue asfixia por sofocación manual. Indicó que la joven tenía marcas en la mucosa de los dientes y signos en los labios compatibles con una compresión manual o con un objeto con el que se obstruyó el paso de aire por la boca y la nariz. El médico dijo que la mecánica del crimen fue doble o mixta, que no podría descartar ni afirmar la participación de una o dos personas.
La médica anátomo patóloga del CIF, Claudia Portelli, declaró que los órganos que le remitieron para analizar estaban en estado de putrefacción, por lo cual los detalles celulares no se podían identificar. A pesar de esa circunstancia, pudo observar hemorragia pulmonar, “muy común en hipoxia o asfixia”.
Para la médica, en la mucosa labial “no había ese tipo de lesión, compatible con ahorcadura”, con lo que contradijo lo que refirió Chirife.
La investigación policial
El policía de la División Homicidios Néstor Matías Tolaba refirió que la zona donde fue encontrado el cuerpo de Agustina es muy conflictiva. Como ejemplo, contó que ese sábado las primeras actuaciones de los peritos tuvieron que suspenderse debido a que residentes del lugar comenzaron a arrojar piedras y recién pudieron volver al día siguiente.
El policía detalló el lugar y la posición en la que se encontraba la víctima. Precisó que era un terreno semibaldío que conservaba solo las paredes de una construcción desmantelada. Indicó que hubo testigos que ubicaron al acusado, en el lugar del hecho, la noche previa al hallazgo del cuerpo.
Tolaba refirió que Viñabal declaró primero como testigo, dijo que conocía a Agustina y estuvo esa noche con ella, que habían consumido estupefacientes debajo de un árbol y que ella, en determinado momento, se alejó unos metros para orinar. Él quiso retirarse pero ella insistió para que se quedara. Fue entonces que escuchó un golpe. Cuando fue a ver qué había pasado, encontró a la joven tirada en el piso.
El perito refirió que en esa primera declaración, Viñabal comenzó a dar detalles que llamaron la atención porque coincidían con la información reunida hasta ese momento por criminalística. A raíz de esto se suspendió su testimonio y se dio intervención al fiscal Pablo Paz.
La familia de la víctima dijo a Salta/12 que luego el imputado no se presentó a declarar las veces que fue citado y que al contar después con un abogado defensor no ratificó en la fiscalía lo dicho a la Policía.
El policía indicó que Viñabal describió el lugar donde estaba el cuerpo; sostuvo que solo habían estado ellos dos y que había permanecido con Agustina hasta poco antes del amanecer. El horario de la muerte determinado por la autopsia fue entre las 5 y las 9 de la mañana.
Consultado por el abogado defensor, Roberto Adrián Reyes, sobre la hipótesis aportada por la familia de la víctima sobre la participación en el crimen de un “transa de la policía”, Tolaba explicó que no encontraron en las entrevistas elementos que señalaran esta línea.