El índice de inflación en Gran Bretaña se disparó a 9 por ciento interanual en abril, una cifra récord en los últimos 40 años registrada particularmente por la fuerte suba en los precios de la energía que impacta de lleno en los demás elementos que hacen al costo de vida.
El dato que da cuenta la gravedad de la crisis que atraviesa el Reino Unido y varios países europeos producto de la guerra entre Rusia y Ucrania es dos puntos superior a la inflación de marzo, que en su registro interanual había dado 7 por ciento.
Los números dados a conocer por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) destacan la de abril como la más grave desde 1989, año en que existen estadísticas sobre suba de precios en el país. Es más, añade el informe, "debe haber sido el más elevado (...) desde 1982", durante la crisis del gobierno de Margareth Thatcher.
Las explicaciones del gobierno
"La inflación subió con fuerza en abril, impulsada por un brusco aumento de los precios de la electricidad y el gas" debido a un incremento en el límite gubernamental a las tarifas, explicó Grant Fitzner, economista jefe de la ONS.
"También continuaron los abruptos aumentos interanuales del coste de los metales, los productos químicos y el petróleo crudo, así como los precios más altos de los productos que salen de las fábricas", añadió.
El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, salió a defender la política económica del gobierno de Boris Johnson. “Los países de todo el mundo se enfrentan a una inflación creciente" y la inflación de abril en el Reino Unido procede de la energía, impulsada por los precios en los mercados mundiales, afirmó.
Una situación "apocalíptica"
"No podemos proteger a la gente por completo de estos desafíos globales, pero estamos proporcionando un apoyo significativo donde podemos, y estamos dispuestos a hacer más", sostuvo el fucionario.
Las críticas aumentan en el país por lo que muchas ONG denuncian como una acción insuficiente por parte del gobierno en la crisis del costo de la vida, en un momento en que millones de británicos se ven obligados a limitar sus comidas o su calefacción.
El lunes, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, calificó la situación de "apocalíptica" para los precios de los alimentos y advirtió que la inflación, que se prevé supere el 10% a fin de año en Reino Unido, podría ser más alta si Ucrania no consigue exportar sus cosechas.