Con un ritmo inflacionario de 6 por ciento mensual, lo acordado en marzo parece haber quedado muy lejos para la percepción del bolsillo docente. Tal es así que tanto el sindicato Amsafé, que nuclea a los docentes de educación pública, como Sadop –de la enseñanza privada– resolvieron cada uno por su parte solicitar la reapertura de la paritaria y el adelantamiento de los dos tramos de aumento que faltan por cobrar y que se habían acordado hace dos meses.
La escalada de precios pulverizó los pronósticos sobre los cuales se acordó la negociación salarial, tanto a nivel nacional como con las provincias. A mediados de marzo, el gremio docente firmó con la cartera educativa nacional un aumento salarial del 45 por ciento para este año; y en el tire y afloje con el Ejecutivo santafesino, logró levantar un poco la vara y cerró en un aumento del 46 por ciento. Esa mejora estuvo escalonada de la siguiente manera: cobraron una suba de 22% en el sueldo de marzo, y acordaron tres tramos de 8% cada uno con los salarios de mayo, agosto y setiembre.
Y en ese mes que marca la recta final del año sindicatos y Ejecutivo habían convenido en reabrir el diálogo en una mesa de revisión salarial según evolucionara para entonces la inflación. En ese momento, la proyección más pesimista apenas superaba el 52% anual.
Dos meses después, las estimaciones rondan entre 60 y 70% al término del año, por lo que –tal como sucede en otros gremios– se activó el reclamo docente.
"Vamos a plantear que se adelante el diálogo que iba a ser en setiembre, la mesa de monitoreo que habíamos acordado. Y en el mismo planteo, que haya un aumento porque está claro que la inflación será superior al 45 por ciento", dijo ayer Sonia Alesso, titular de Amsafé, en diálogo con Rosario/12.
La dirigente gremial puso sobre la mesa la premisa sine qua non que Amsafe esgrimió al sentarse frente a la ministra de Educación, Adriana Cantero, y al de Trabajo, Juan Manuel Pusineri: el aumento debe ser tal que el poder adquisitivo de los maestros no pierda frente a la inflación. "No podemos perder respecto de la inflación, y es evidente que la situación ya se está sintiendo en el bolsillo del docente", marcó Alesso.
Por el lado de este sindicato, el planteo se fundamentará en el plenario de todas las seccionales, pero la secretaria general ayer anticipó que "desde ya que hay unanimidad para pedir la reapertura del diálogo y el adelantamiento de los tramos. Ya estaba pautado en la paritaria que si la inflación superaba el 45% habría reapertura".
Consultada acerca de los plazos que le pedirán al gobierno, Alesso dijo: "Lo más pronto posible, la discusión es cuándo y cuánto será la inflación".
En la misma línea se definió el titular de Sadop, Martín Lucero, ante la pregunta de este diario. "Sí, esto no va más. Le hemos planteado al Ministerio, tanto en Nación como en provincia, que queremos que adelanten los tramos que vienen", dijo.
De mínima, quieren que el aumento del 8% programado para agosto sea pagadero en julio. "La reapertura de la paritaria implica eso", confirmó Lucero.
A nivel local, el secretario general de la seccional Rosario de Amsafe, Gustavo Terés, también abogó por la reapertura de la paritaria, y pidió un debate en asamblea provincial. Por ejemplo, opinó que sería conveniente reinstalar en la paritaria docente la llamada "cláusula gatillo" que activaba un aumento extra de manera automática apenas la inflación superaba cierto nivel.
Terés ayer señaló la inflación acumulada del 22% que registra el Ipec en Santa Fe, y que el salario de inicio está 20 mil pesos por debajo de la línea de pobreza. "Hoy tenemos un cargo testigo acordado de 79 mil pesos, cuando el Indec dijo el mes pasado que para no ser pobre un docente debería cobrar $96 mil como mínimo".