Ochenta y cuatro preguntas deberá responder el presidente brasileño Michel Temer en la causa en la que el fiscal general Rodrigo Janot lo imputó por corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y organización criminal. Es la acusación derivada de la delación premiada del empresario Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, quien presentó una grabación en la que Temer parece avalar la compra del silencio del arrestado exdiputado Eduardo Cunha.
La semana pasada el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) que lleva el caso “Lava jato”, Edison Fachín, autorizó que se envíe el cuestionario al debilitado mandatario, a pesar de que la defensa de Temer intentó ganar tiempo al pedir una postergación del interrogatorio hasta que se conocieran las pericias del audio.
Ahora el presidente tiene 24 horas para responder el cuestionario, aunque puede elegir el silencio. El plazo coincide con el inicio del juicio en el Tribunal Superior Electoral (TSE) por abusos de poder y financiación ilegal de la campaña de 2014, que podría anular en un plazo de tres días la elección y determinar la salida del presidente.
En los comicios de 2014, Temer (del PMBD) fue reelecto vicepresidente de Dilma Rousseff, destituida el año pasado por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas. La denuncia ante el TSE, paradójicamente, fue presentada por el socialdemócrata PSDB, derrotado ajustadamente en esos comicios y hoy aliado clave del gobierno de Temer.
Sin embargo, en la prensa brasileña se da casi por hecho que ese proceso podría alargarse si uno de los jueces del TSE pide "vista" para revisar el caso. En caso de condena, existen también varios mecanismos prolongados de apelación.
El envío del interrogatorio antes del inicio del juicio en el Tribunal Electoral era uno de los temores de la defensa de Temer. "Tenemos indicios de que habrá movimientos e iniciativas del fiscal Janot en vísperas del juicio del TSE en un intento para presionar el tribunal a condenar al presidente", dijo el abogado de Temer, Gustavo Guedes, en declaraciones publicadas el domingo por el diario Folha de S.Paulo.
Hoy el presidente, que a pesar de la presión y de su bajísima popularidad asegura que no va a renunciar, volvió a defender su gestión. "Este gobierno consiguió hacer muchas cosas en sólo un año", remarcó Temer en un acto, escudado por importantes figuras políticas como el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, el jefe del Gobierno, Eliseu Padilha, y el canciller, Aloysio Nunes.