Adriana Belmonte, la madre de Lola Chomnalez, habló este viernes sobre el femicidio de su hija, cometido en el balneario Barra de Valizas de Uruguay, tras la detención del principal sospechoso, que fue procesado con prisión preventiva el jueves por la noche.
“Lola no vuelve, pero de alguna manera podemos ir cerrando el caso”, dijo respecto a la captura de este hombre. Además, anticipó que ahora se inicia un juicio “en el que va a haber apelaciones y hay que ver si no hay otra persona implicada, porque con los investigadores habíamos evaluado la presencia de tres”.
Luego, al hablar sobre el dolor que siente desde aquel 28 de diciembre de 2014 cuando asesinaron a su hija de 14 años, aseguró: “Yo no soy psicóloga, pero sé que esto se siente como estar en una especie de duelo congelado, porque tenés el dolor, pero nunca llegas a fondo, nunca llegas a saber qué pasó”, dijo en diálogo con TN.
Al concluir la entrevista, recordó que “después del femicidio, pasó algo muy lindo: encontramos un escrito de ella. Lo tituló ‘Bendiciones’ y escribió allí estar agradecida por tenerme a mí, a su papá, por poder ir a una escuela, por tener un plato de comida y por poder vacacionar. Eso la define a Lola: altamente desapegada de lo material”.
Este jueves, la justicia uruguaya dio con el principal sospechoso por el femicidio, un hombre de 39 años que terminó procesado con prisión preventiva ese mismo día por la noche.
¿Quién es el principal sospechoso por el crimen de Lola Chomnalez?
Se trata de un hombre de 39 años, Leonardo David Sena, quien tiene antecedentes penales por violencia en 2003 y por violación en 2009. Al momento de la detención se encontraba en la ciudad uruguaya de Chuy, en la frontera con Brasil, según dijeron fuentes judiciales al medio local Telemundo.
Además, de acuerdo a la información de ese medio, en 2014, cuando ocurrió el asesinato de Lola, el acusado estaba viviendo en Castillos, a menos de 30 minutos en auto donde fue hallada muerta la adolescente argentina.
La línea de investigación para dar con Sena surgió a partir del triple crimen de la base naval el Cerro. El domingo 31 de mayo de 2020, Juan Manuel Escobar, Alex Guillenea y Alan Rodríguez, tres infantes de Marina que custodiaban unas antenas en el Cerro de Montevideo, fueron hallados con un tiro en la cabeza cada uno. Por ese crimen fue detenido Jonathan Bragundi. La Justicia detectó que una muestra de ADN perteneciente a ese recluso era muy similar a la encontrada en una toalla que pertenecía a Lola.
A partir de este dato, determinaron que un miembro de la familia de Bragundi había sido procesado por una violación en 2009. Se trataba de Sena, que era pariente del recluso por línea materna. Su madre había tenido 11 hijos y lo había dado en adopción.
Según indicaron fuentes del caso al medio local El País, cuando Sena fue detenido no aceptó hacerse el ADN, pero se le incautó un cepillo de dientes y de ahí se le extrajo una muestra. En una rueda de prensa, la fiscal Jessica Pereyra dijo que la muestra de ADN de Sena era un 99,9% coincidente con la relevada en la toalla.
Ante el juez Juan Giménez, el acusado justificó el hallazgo de su ADN en la escena del crimen al contar que ese día encontró la mochila de Lola en la playa, se robó 1000 pesos que había en el interior y luego usó la toalla para limpiarse sangre de un corte que se había hecho con un trozo de vidrio de una botella de cerveza. Además, dijo que no vio a otras personas en el lugar.