"Lo que se ve a nivel nacional es que no importa si está (el ex presidente, Mauricio) Macri, (el actual presidente, Alberto) Fernandez o (la vicepresidenta) Cristina (Fernández de Kirchner). La llamada grieta desaparece porque están todos a favor de este mismo modelo”. El análisis es de Gastón Gordillo, antropólogo y profesor en la Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), quien trabaja desde hace más de tres décadas con comunidades originarias y campesinas del Chaco argentino.
La nota de Salta/12 con el investigador fue en oportunidad del desarrollo de su nueva investigación sobre el entramado del negocio de la soja, y su posible participación en la marcha mundial contra Monsanto, Bayer y Sygenta, que tendrá su adhesión en Salta con actividades que se realizarán hoy a partir de las 14 en la plaza 9 de Julio.
Gordillo contó que inició sus investigaciones por Formosa. Pero al darse con los datos que mostraban en Anta la preexistencia de poblaciones originarias, casi en el límite con grandes ciudades coloniales, se instaló en el departamento del sur salteño. Y en esa investigación en la que reunió relatos y leyendas de la zona sur de Salta, empezó a encontrar también "estas nuevas ruinas creadas por la soja”.
Las impresiones fueron volcadas en parte en su último libro “Los escombros del progreso”, editado en 2018.
Pandemia mediante, quedó en suspenso su nueva investigación, “Siguiendo las cadenas de valor de la soja”, financiada por el Consejo Canadiense de Investigación en Ciencias Sociales, de donde dependen sus trabajos académicos.
Esta semana desembarcó nuevamente en Anta para colectar esta vez relatos que le permitan vislumbrar la situación de quienes coexisten con el modelo agroexportador que despliega desde Anta silos y desmontes, para llegar por rutas bien acondicionadas al puerto de Rosario (en Santa Fe), en búsqueda de divisas.
Pero como en los anteriores recorridos de la investigación, nuevamente dio con que el derrame de las ganancias no llegan a estos pueblos del interior profundo. Lo que llega pareciera pura pérdida. “En estos días estuve haciendo entrevistas con gente que estaba en campos fumigados, gente que falleció con cáncer. Ayer (por el miércoles) hablé con una abuela por su nieto que murió a los 11 años con leucemia”, detalló Gordillo.
Añadió las expresiones de las personas que ven en su cotidianeidad los aviones que las fumigan. Algunos no conectan la fumigación con las enfermedades, pese a que la cantidad de casos de dolencias en familiares, amigos y conocidos suele ser un dato en las charlas entre cercanos. A esa realidad se contrapone la incomodidad de muchas otras personas a hablar del tema por los intereses económicos que subyacen al modelo productivo. Quienes defienden esos intereses suelen poner la pérdida de las fuentes laborales como el primer límite a las críticas.
Muchas de las personas sostienen un trabajo a través de la contratación en la época de cosecha de las grandes fincas. Viven además en pequeños grupos de caseríos precarios que al frente tienen “grandes silos”.
“En Salta tenés por una parte los terratenientes más grandes y, quizás por ser una provincia más conservadora, el miedo a las repercusiones por las protestas. Mucha gente naturaliza el tener cáncer sin conectarlo con las fumigaciones”, contó Gordillo al hacer su comparación respecto de la situación que se atraviesa en la Pampa Húmeda, en donde se encuentran los ejemplos de las Madres de Ituzaingó, en Córdoba, contra las fumigaciones.
De Córdoba surgió también la asociación de Médicos de Pueblos Fumigados que denunció los problemas que pueden causar en la salud los herbicidas que se venden junto a semillas genéticamente modificadas. En Salta no hay profesionales adheridos a la organización. Por el contrario, según los relatos que llegaron a Gordillo, en el interior los médicos suelen desestimar los signos de los casos de cáncer. Cuando la enfermedad avanzó, los profesionales de la salud de la capital provincial terminaron por confirmar la situación.
La respuesta que siempre está al orden del día desde los gobiernos o los sectores que defienden el modelo agroexportador imperante es que no existe una confirmación científica de que los herbicidas tienen algo que ver con las enfermedades. Quienes investigan estas problemáticas dieron cuenta de la falta de respuestas a pedidos de informes. Para Gordillo, "cualquier gobierno medianamente responsable debería hacer un estudio, pero entiendo que hay reticencia, miedo a la incomodidad que se pueda generar contra gente poderosa”.
Sin tierra y con cambio climático
La desigualdad del modelo también se traduce en la tenencia de la tierra. Pues mientras se siguen extendiendo los desmontes, muchas familias esperan en la periferia de los pueblos más grandes la entrega de superficies que les permitan tener su lugar y una vivienda.
Ello sin contar que quienes se quedan allí sufren además el costo de la atención de la salud, y también el ambiental.
"La destrucción de los bosques es la gran tragedia de este siglo", sostuvo el investigador al señalar que los pobladores manifiestan en su experiencia el cambio del clima, y son quienes sufren la sequía que viene azotando al Chaco salteño. "Un tema recurrente en los relatos es que ya no llueve como antes", contó.
La premisa que aún soslaya las consecuencias al interior es aquella que indica que el modelo que genera parte de las divisas es la "panacea" del desarrollo. "Y la otra gran propaganda es cómo alimenta esto al mundo", al salir como alimentos para chanchos en China o Europa. "Pero hay que pensar en el alto costo de la contaminación con los agrotóxicos, que se está reflejando en las enfermedades, el ambiente, y la pobreza", señaló Gordillo.
Protesta
Hoy a partir de las 14 ambientalistas de la provincia invitaron a la jornada de protesta contra Monsanto, Bayer y Sygenta que tendrá lugar a nivel mundial y en Salta se hará en la plaza 9 de Julio. Durante la jornada habrá música, poesía, feria, trueque y venta e intercambio de plantas/semillas.
Desde allí se realizará también la marcha que será desde la plaza por Zuviría hasta la Legislatura provincial para volver a la plaza principal por la calle Mitre. Allí se hará un acto con "micrófono abierto".