Brasileño radicado en Suiza, Guilherme Bothelo integró durante una década una importante compañía europea, el Ballet del Grand Théatre de Genève. Allí trabajó con coreógrafos como el argentino Oscar Araiz, a quien admiraba desde la adolescencia, cuando descubrió en San Pablo algunas de sus obras, como Escenas de familia. El tiempo pasó, pero el vínculo entre ellos se mantuvo y pronto darán a conocer un proyecto conjunto. En el Teatro 25 de Mayo presentarán Distancia, la trilogía de Bothelo que ya recorrió buena parte de Europa y Oriente despertando elogios y sorpresa. Esta vez, la compañía Alias, que dirige el brasileño, interpretará Antes, la primera pieza (el 7 de junio), el Grupo de Danza de la Universidad Nacional de San Martín, conducido por Araiz, bailará la segunda pieza, Jetuilnousvousils (Yotuélnosotrosvosotrosellos, el 14), y los dos elencos se unirán en Sideways Rain (Lluvia lateral, el 21).
Para el público local es la oportunidad de conocer a una compañía independiente que, si bien se asienta en Ginebra, combina intérpretes suizos, italianos, suecos, franceses, ingleses y alemanes, tiene más de veinte años de trayectoria, varios premios y un interés actual por abordar cuestiones abstractas y metafísicas. “El nombre del grupo tiene que ver con mostrar el otro lado de las cosas, revelar lo desconocido en lo que parece familiar, no de un modo tranquilizador sino inquietante. No me interesa producir un shock sino alcanzar una belleza que no nos adormezca, como la danza clásica que no cuestiona nada, sino que nos despabile, nos despierte”, expresa el coreógrafo en diálogo con PáginaI12. Bothelo viajó con tiempo a Buenos Aires para dar talleres a bailarines locales y de la Unsam. “Estoy muy impresionado por el nivel general”, dijo. La propuesta que trae a esta ciudad es ambiciosa: cada obra dura una hora, involucra un promedio de doce intérpretes en coreografías que simulan paisajes y especies vivas en movimiento, como peces, aves, árboles, olas. Hay abstracción, desnudos, mucha energía y un juego entre lo individual y lo colectivo que dispara interrogantes sobre la identidad y la evolución del hombre.
Todo comenzó con la enfermedad de su padre. “Fue un momento muy raro –cuenta–. Sabíamos que se iba a morir y eso me llevó a preguntarme qué es lo que queda cuando alguien muere, qué es lo que persiste –por ejemplo– de mi padre en mí. ¿Es sólo algo genético o hay algo más?”. “Me acuerdo que me paré frente al río que veo cada vez que salgo a correr, y sentí que era una imagen perfecta como metáfora de la vida como tránsito, como pasaje”, agrega. De ahí que Sideways Rain, la primera pieza que creó de la trilogía (si bien se presenta al final) muestra durante una hora a un grupo de personas fluyendo en forma continua de un lado al otro del escenario. “Así surgió la pregunta por las relaciones entre un ser humano y los otros, por la identidad. Toda la trilogía aborda este tema. Cuando terminé con Sideways... quise seguir explorando y produje Jetuilnousvousils y, por último Antes, que es la que abre el tríptico. Al principio no sabía que iba a hacer tres obras”, comenta. Admirador de Pina Bausch, Bothelo asegura que Antes es “una ciencia ficción coreográfica sobre qué sería lo más antiguo y arcaico del hombre, antes de la etapa social y, más aún, de la instintiva o animal”. Él se inclina por una similitud de funcionamiento entre el hombre y el mundo vegetal. De ahí que trabaje con cuerpos desnudos, concebidos como pura materia, pura anatomía, “hasta por momentos con movimientos profundos e internos que involucran sólo músculos y no huesos”. La segunda obra –una amalgama en francés de los seis pronombres personales, Jetuilnousvousils– alude al pasaje de la singularidad a la pluralidad y profundiza en la comunidad, en la reunión de los individuos llevada a un extremo. En cuanto a Sideways Rain, no es la primera vez que el director combina dos compañías. Ya lo hizo en Polonia y en Medio Oriente, con intérpretes que aportan su especificidad técnica y expresiva. Por la calidad de los artistas locales, el coreógrafo arriesga que será, esta vez, una apuesta muy potente, con una marea de cuerpos avanzando juntos hacia un destino en constante mutación. “Una oda a la vida, a su fuerza bruta, su energía infinita y las reglas misteriosas que rigen el mundo”, según lo describe en la página web del grupo. Antes que dar respuestas, Bothelo prefiere que sus creaciones estimulen preguntas. Pero cuando se lo consulta sobre la pregunta que originó la trilogía –qué queda de una persona tras su muerte–, no duda en asegurar: “Estamos constituidos por los otros. Cada identidad es única y a la vez está hecha de los demás, de las relaciones con los otros. La muerte no acaba del todo con el otro porque, de alguna manera, el otro me constituye”.
A las funciones en el Teatro 25 de Mayo (los días 7, 14 y 21 de junio a las 21 horas en Triunvirato 4444) se suman más. El 9 de junio Antes desembarca en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, el 25 lo hará Sideways Rain en la misma sala. Esta obra se podrá ver dos días antes, el 23, en el Teatro Municipal 25 de Mayo de la ciudad de Santa Fe. Además de la trilogía, el elenco suizo ofrecerá, el 11 de junio en el Galpón de Guevara, la performance 0,5 por mil, cuyo título remite a la ley suiza que reguló el consumo de alcohol al conducir. “Había entonces un clima victoriano, puritano, políticamente correcto, que me molestaba. No es una apología del alcohol, más bien un intento de poner las cosas en su lugar”, anticipa.