"Revinculación forzada es tortura", subrayan los 880 firmantes de una denuncia pública contra la jueza de familia de Rosario, Silvina García, la "abogada del niño" Silvina D'Agostino y el defensor oficial Horacio Ferreira por "tratos crueles, inhumanos y degradantes" contra una niña de seis años, Solcito, a la que entrevistaron sin los recaudos estipulados por ley (las declaraciones judiciales de los niños deben ser en Cámara Gesell) y a la que hostigaron para que acepte volver a ver a su progenitor durante más de una hora. La nena dijo más de 20 veces que no, aseguró que le daba miedo y contó: "cuando iba de mi papá mi chochi estaba roja y me dolía". Para la jueza, eso no fue motivo para abrir una investigación, como era su deber.
Solcito pudo relatar los abusos sexuales que sufría cuando tenía tres años, y el hombre -al que hoy quieren revincularla- estuvo dos años imputado. Luego, la causa se archivó porque la misma D'Agostino se negó a una nueva cámara Gesell. El círculo cierra así: el 9 de mayo la entrevistaron en un escritorio, y quisieron convencer a la niña de "perdonar" a su papá. La nena terminó llorando. La jueza y los abogados fueron denunciados penalmente por Carlos Rozanski y Bettina Calvi, integrantes de la Asociación Civil de Altos Estudios en Violencias y Abusos Sexuales (AEVAS).
"Estos funcionarios judiciales insisten en revincular a la nena con el padre, pese a la negativa - entre congoja y llantos - de la niña", dice el comunicado que firman, entre otres, el psiquiatra Enrique Stola, la psicóloga Sonia Vaccaro, Dora Barrancos, Diana Maffia y Liliana Hendel.
"La historia de Solcito comenzó cuando tenía 3 años, y develó graves abusos sexuales. La madre advirtió lesiones en su vulva cuando regresaba de la casa de su padre y efectuó las denuncias correspondientes. El hombre estuvo imputado penalmente por abuso sexual gravemente ultrajante durante dos años. Además, se dictó una restricción de acercamiento y hostilidad respecto de Solcito y su madre, medida que continúa vigente al día de hoy", relatan los firmantes de la carta pública.
Recuerdan que "la designada 'abogada del niño' (SIC), D'Agostino, se opuso a que se efectuara una segunda entrevista de la nena en Cámara Gessel, en el nombre de la Convención sobre los Derechos del Niño, alegando que quería 'evitar su revictimización'. Ante ello, la causa se frenó. Aunque la Fiscalía le creía a Solcito, la causa fue archivada 'para no dañarla' según los argumentos desarrollados por dicha abogada".
Existe un audio de la audiencia que originó la denuncia, donde se devela el hostigamiento sufrido por la nena de 6 años sometida "a un interrogatorio inquisitivo y contrario a los más elementales principios de protección integral". "La jueza una y otra vez le insistía en que su padre 'podía volverse bueno' (SIC) y que podía 'arrepentirse' (SIC). Le reiteraron - más de una decena de veces - que debería reunirse con él a lo que Solcito respondió siempre que no, que le daba miedo su padre", continúa la carta. Y la jueza le decía: "Tengo que intentar que se perdonen” y que “a veces, las personas se arrepienten…”. "La congoja y el llanto de la nena no frenaron a quienes durante más de una hora, presionaron para que aceptara vincularse con su padre", dice el texto, que denuncia: "Desde una posición de soberbia insoportable, la jueza pretendió infructuosamente obtener de la niña argumentos para justificar lo injustificable".