Un relevamiento realizado entre cien empresas industriales micro, pequeñas y medianas en nueve importantes núcleos productivos del país, mostró que si bien el proceso de recuperación que tuvo lugar en 2021 continuó en los primeros meses de este año, se registró una marcada caída en el ritmo de crecimiento y sobre todo en las expectativas inmediatas en materia de nivel de actividad, previsiones de inversión y generación de empleo. El factor que mayor impacto negativo provoca es el ritmo de la inflación y el modo en que está afectando la rentabilidad de las empresas y el nivel de ventas, por pérdida de poder adquisitivo en la demanda. Cuando se consulta a los empresarios pymes sobre cuáles son sus principales causas de preocupación, más del 80 por ciento mencionó "los aumentos injustificados de precios y el abastecimiento de los insumos básicos" para cada una de sus actividades.
A partir de estos resultados, la Asamblea de la Pequeña y Mediana Empresa (Apyme), entidad que llevó a cabo la encuesta, concluye que en la experiencia pyme "los incrementos de precios parten desde la base misma de sus procesos productivos". Y refiere que "este tipo de inflación parte de una estructura productiva fuertemente condicionada por la incidencia de grandes empresas monopólicas y oligopólicas, que están en el inicio de las principales cadenas de valor".
"Atendiendo a los incrementos que se han detectado en la consulta que presentamos, es notorio que, si bien la inflación resulta de múltiples factores, lo que está pesando mayormente en el actual contexto se relaciona en gran medida con los constantes incrementos de precios derivados de aumentos en insumos para la industria que atraviesan todas las cadenas de valor hasta llegar a los consumidores finales", indica el informe de Apyme titulado "Quiénes nos aumentan los precios".
Da como ejemplos de concentración en la oferta de insumos esenciales para la industria, en distintas cadenas de valor, los siguientes:
"En cuanto a productos que constituyen insumos difundidos para la producción, en etileno y tolueno, Dow Chemical provee la casi totalidad de materiales plásticos, en cuyo proceso de transformación intervienen luego pequeñas y medianas empresas. La chapa laminada en caliente es producida por una sola empresa de Techint, en un 84%. La chapa laminada en frío también es producida por empresas de Techint: Tenaris y Siderca. Los laminados “no planos” tienen cuatro empresas proveedoras: Acindar, Aceros Bragado, Zapla y Cipar Gerdau, que es brasileña. Y en Aluminio, el 100% es de Aluar. En Cemento, tres empresas concentran el 96%". Y son sólo algunos ejemplos.
"Como agravante --señala inmediatamente el informe--, además de estar constituidos por unas pocas o una sola firma que concentran la mayor proporción del mercado, esas empresas son extranjeras. Esto se ve claramente en la cadena de valor de la Siderurgia. Siderar que hoy es Tenaris, Siderca es hoy Ternium, también son Techint. En laminado en frío pasa lo mismo. En el mercado interno estos productos son insumos esenciales para la Construcción, la Industria Automotriz y el Transporte, Maquinarias y Equipos, Electrodomésticos, Maquinaria agrícola y la Industria Petrolera. En estas cadenas de valor el precio de estos productos es determinante para la competitividad en el mercado interno de estas industrias".
Para la encuesta, Apyme le solicitó a los empresarios que respondan sobre la evolución de los precios del insumo principal de su empresa durante 2021, y luego sobre los incrementos en el primer trimestre de este año.
En el sector de la industria metalmecánica, señalada como la más significativa por su tamaño y además la importancia de los rubros de actividad que abarca, se observó que el aumento del insumo principal a lo largo de 2021 promedió el 62%. Entre las respuestas recogidas (para cada pyme el insumo principal puede ser distinto que el de otras de la misma rama), el mayor aumento correspondió a "alambres y acero inoxidable" con un 100% de incremento anual. En lo que respecta a los tres primeros meses del año, la suba acumulada en ese período alcanzó, en el promedio de las respuestas recibidas, al 27,4%.
Estos aumentos no sólo no tendrían prácticamente relación con la situación internacional --salvo en el caso del primer trimestre de este año y por el impacto muy parcial de la suba de los precios de la energía--, sino que reconocerían como única explicación la posición dominante de la o las empresas proveedoras, según señala el informe.
En el caso de la industria plástica, los empresarios pymes dieron la referencia de precios en dólares, porque así le cotiza su proveedor el insumo básico. Y el promedio de aumento resultante para 2021 fue de 34%, en dólares. Con respecto al primer trimestre de este año, la respuesta es que se le adicionó otro 14%, siempre en divisa norteamericana. ¿Reflejo del aumento en los precios internacionales? Quizás en parte, con un importante agregado de inflación monopólica local.
El rubro Papel y Cartón es otro de los que mostró incrementos fuertes de precios de insumos básicos en poder de empresas concentradas, según los resultados de la encuesta de Apyme. En el año 2021, el promedio de las respuestas da un aumento del 64 por ciento. Tan sólo en el primer trimestre de este año, otro 28,35%, lo cual muestra una marcada aceleración del proceso inflacionario sectorial.
Madera, Hilados, Vidrios y Materiales para la construcción observaron incrementos en sus insumos difundidos que oscilan entre el 43 y el 50% para todo 2021, y en torno a un 18% adicional en el primer trimestre de este año. Algunas de las pymes consultadas reportaron aumentos durante 2021 del 75% para el cartón para embalaje (su insumo principal) y del 83,7% en madera, en otro caso.
Afectadas por el constante aumento de los precios mayoristas, y a una escala que en muchos casos les resulta imposible de trasladar a sus precios de venta, las pymes empiezan a verse perjudicadas por partida doble: pierden competitividad tanto trasladando el aumento como si lo absorben, mientras que por otro lado ven cómo se reducen sus ventas a causa de la pérdida de poder adquisitivo de los demandantes en el mercado interno.
El fenómeno es un llamado de atención en más de un sentido. Uno, es que este poder concentrado en los principales insumos difundidos y su política de acumulación de ganancias por vía de aumentos desmedidos de precios, no sólo se ubica en el origen del proceso inflacionario, sino que además amenaza a dejar afuera del proceso de recuperación a franjas enteras de empresas pymes manufactureras.
Lo mismo estaría pasando en el comercio con almacenes y autoservicios de barrio que, pese a los esfuerzos oficiales, no lograron ser incorporados en el programa de Precios Cuidados, otorgando una ventraja extra a las grandes cadenas de hipermercados.
Si la inflación es multicausal, esta causa de la elevada concentración y la lógica financiera más que productiva que aplican sus propietarios, no es de las menores. Una de sus consecuencias está a la vista: el deterioro de ingresos de una parte de la población y una distribución injusta. La otra, aún no visibilizada, es que puede terminar dejando fuera de los beneficios de la recuperación a la franja más débil, pero más dinámica, de la actividad productiva.