Las entidades financieras deberán segmentar a sus clientes para poner la lupa en las operaciones que puedan ser consideradas sospechosas de lavado de dinero. Según adelantó ayer el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), Mariano Federici, el organismo instrumentará esta semana una norma sobre “enfoque basado en riesgo”, en la que se exigirá esta segmentación entre grandes y pequeños clientes para evitar maniobras de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.

Desde que asumió el gobierno de Cambiemos, la tarea de la UIF quedó casi desdibujada y el número de reportes sospechosos por parte de los bancos se redujo drásticamente. Esto se debió a un menor control por parte del organismo y la mayor flexibilidad que impuso el Ejecutivo en su conjunto sobre el sistema financiero. El propio Federici había asegurado que la mejor manera de evitar abusos del sector financiero era mediante el diálogo y no con sanciones. 

Durante un acto organizado por el Banco Nación, el funcionario anticipó ayer que la norma a publicarse en las próximas horas “permitirá a las entidades financieras y cambiarias concentrar el esfuerzo en donde están los riesgos y las principales amenazas, trabajando más eficientemente en el método para lograr mejores resultados y poder ponerle las manos encima a los verdaderos criminales”.

“Venimos de un sistema hiperformalista, basado en el cumplimiento formal”, sostuvo Federici, quien indicó que el “enfoque basado en riesgo pone el foco en temas importantes de riesgo de lavado”. “Los bancos van a segmentar a sus clientes en función del riesgo, porque no es lo mismo un cliente que tiene una cuenta en la que cobra un sueldo en relación de dependencia que el dueño de un casino o algún negocio vulnerable desde el punto de vista del lavado”, explicó.