Otra vez, Huracán coquetea con la pérdida de la categoría, sobre todo después de la caída (1-3) de anteayer ante Olimpo, un competidor directo por la permanencia. La derrota en Bahía Blanca desató la polémica, por un penal que primero Néstor Pitana sancionó como falta de Nicolás Romat fuera del área y después cambió el fallo –a instancias del línea Marcelo Aumente– y dio el tiro desde los doce pasos que posibilitó la igualdad del equipo de Mario Sciaqua. Por su decisión, el árbitro fue ayer el centro de las quejas del Globo, aunque el que se expresó con términos más duros fue su arquero, Marcos Díaz.
“Esto ya es figurita repetida y da bronca. No pedimos que nos cobren diez penales, sólo queremos que no nos caguen más y dejen de perjudicarnos”, dijo Díaz en diálogo con radio La Red. “Es raro. Primero cobró el foul afuera del área. El juez de línea nunca cobró el penal. Luego fue hasta la media cancha y cobró el penal. Es una situación rara. Fue algo muy alevoso que se tomen tanto tiempo para definir un penal”, describió el arquero santafesino. Y agregó: “Le dije que la falta fue afuera y no me decía nada. No sabemos quién cobró el penal porque el cuarto (árbitro, Alejandro Castro) tampoco habló con Pitana”, relató el arquero, abriendo la puerta a la sospecha de la ayuda externa, algo que ya había insinuado el entrenador Juan Manuel Azconzábal al finalizar el partido.
Más allá de las quejas, Díaz hizo autocrítica. “Después del penal nos bloqueamos y a esta altura del campeonato no podemos hacer esas boludeces”, subrayó. “Yo me fastidié muchísimo y cometí un error en el segundo gol”, añadió.
A tres fechas del final, Huracán, que ganó sólo uno de los últimos once encuentros, quedó a un punto de Temperley, el último equipo de los cuatro que están en zona de descenso. “Tenemos que mejorar y no cometer más errores. De esta situación vamos a salir, tenemos que estar más unidos que nunca y pensar en ganar los tres partidos que quedan”, cerró Díaz.