Desde Australia, el flamante manager del seleccionado argentino, Jorge Burruchaga, reconoció que este nuevo desafío profesional que le propuso el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, es una “linda oportunidad para volver a la Selección”, al tiempo que destacó que el entrenador Jorge Sampaoli es una persona “alegre”, pero que en el trabajo es “un obsesivo del entrenamiento y de los detalles”. El campeón del mundo en México 1986 expresó que se sorprendió por la “repercusión” que tuvo el arribo de Lionel Messi a Melbourne y valoró lo realizado por esta generación de futbolistas, que “merece ser campeona del mundo” luego de haber disputado tres finales.
Burruchaga, quien fue presentado en su nuevo cargo el pasado jueves en el marco de la conferencia del flamante entrenador del seleccionado argentino, comentó en una entrevista con TyC Sports que se está acomodando a su nueva función y asimismo reveló que habló “mucho” con Sampaoli durante la larga travesía en avión rumbo a Australia.
“Es un obsesivo del trabajo, de los entrenamientos y de los detalles, pero también es una persona alegre”, contó Burru, quien para graficar su nuevo rol confesó que se sentía “como un pibe que está por debutar en Primera División”. Ya en Melbourne y vistiendo indumentaria oficial de la AFA.
Burruchaga confió que le produjo “piel de gallina” cuando el presidente Tapia le ofreció el cargo de manager. “Era volver a la Selección. Estoy en un lugar deseado pero, a la vez, impensado en otro momento de mi carrera”, aceptó el también entrenador y dijo que está para “ayudar” en lo que pueda.
Y acerca de las últimas finales perdidas de Argentina, Burruchaga fue enfático: “Lo último que le falta a Messi es ser campeón del mundo y hará lo máximo para lograrlo; él y estos chicos se lo merecen”, concluyó el autor del gol del triunfo en la recordada final contra Alemania en México 1986, cuando el equipo dirigido por Carlos Bilardo y liderado por Diego Maradona venció 3-2 y se consagró campeón mundial por segunda vez.