El presidente estadounidense Donald Trump pidió ayer a la Suprema Corte de Justicia que acelere la audiencia prevista sobre su decreto antimigratorio, advirtiendo que el departamento de Justicia debería haber impulsado una versión “mucho más dura”.
En una serie de tuits que lanzó temprano en la mañana, el mandatario afirmó que Estados Unidos ya comenzó a aplicar “investigaciones exhaustivas” a los viajeros que llegan al país debido a razones de seguridad y porque los tribunales “son lentos” . Añadió que “el departamento de Justicia debería haberse quedado con la versión original de la prohibición de viajes, no con la suavizada y políticamente correcta que enviaron a la Suprema Corte”.
La administración Trump pidió el jueves al máximo tribunal que restaure su polémica medida de prohibir temporalmente el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana (Irán, Libia, Somalia, Siria, Sudán y Yemen) y de todos los refugiados. El viernes la Suprema Corte apuró la consideración del caso, ordenando a la organización que representa a los demandantes, la American Civil Liberties Union, responder el 12 de junio a la petición de la administración Trump para que el caso llegue a la corte. Una vez que la respuesta sea recibida la Suprema Corte podría pronunciarse rápidamente sobre si asume o no el caso.
En abril pasado, el presidente norteamericano había firmado un decreto en el que prohibía por 90 días la entrada de extranjeros de varios países y suspendía el programa de refugiados por 90 días. Trump había establecido inicialmente en enero una prohibición con una orden ejecutiva, pero la medida fue rápidamente bloqueada por los tribunales.
El veto de Trump provocó una airada reacción de la comunidad internacional y masivas movilizaciones de rechazo dentro del país, que llevaron que los recursos judiciales para bloquearla llegaran hasta la Corte Suprema que finalmente matizó la medida.
Al condenar los ataques de Londres el mismo sábado, Trump ya había reclamado “que los tribunales nos devuelvan nuestros derechos” y exigió la necesidad de “un veto de viaje como nivel adicional de seguridad!”. Ayer el magnate insistió en llamar a su medida como una “prohibición de viaje” y no un decreto migratorio. “La gente, los abogados y las cortes pueden llamarla como quieran, pero estoy llamándola como lo que necesitamos y lo que es una prohibición de viaje”, dijo el mandatario fiel a su estilo.