La Fiscalía de Río de Janeiro abrió un procedimiento penal para "investigar la conducta, las posibles violaciones de las disposiciones legales, la participación y las responsabilidades individuales de los policías federales durante una operación conjunta con el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar" en la favela Vila Cruzeiro, que dejó al menos 21 muertos.
En un comunicado emitido en la tarde de este martes, el Ministerio Público (MPRJ) informó que "la operación fue comunicada al organismo con la justificación de la excepcionalidad absoluta, con el fin de recoger datos de inteligencia sobre la migración de aproximadamente 50 delincuentes de Vila Cruzeiro, incluidos los líderes del grupo Comando Vermelho, para la favela de Rocinha. La justificación mencionaba la necesidad de reconocer la zona para actualizar los registros de la localidad con vistas a futuras operaciones policiales".
En vista de los hechos posteriores, después de que trascendieran más de una decena de muertes en el operativo, el MPRJ solicitó "con carácter de urgencia" información sobre "el número de agentes que participaron; la habilitación de estos agentes, así como una copia de sus respectivos expedientes funcionales". También solicitó "el informe final del operativo, así como información detallada sobre el cumplimiento de las órdenes de aprehensión dictadas".
Los vecinos de la favela comenzaron a sentir los disparos a las cuatro de la madrugada de este martes. Por su parte, la Policía habló de enfrentamientos y que fue "recibida a tiros por supuestos criminales", en la parte alta de la favela Vila Cruzeiro, cerca de una zona boscosa. Según informa el portal G1, los agentes policiales fueron apoyados por un helicóptero blindado de la Policía Militar.
La Secretaría Municipal de Educación informó que, ante esta situación, 11 escuelas de la región permanecieron cerradas.
El Comando Vermelho es el grupo criminal más antiguo de Brasil y se originó en una prisión de Río de Janeiro en los años 70, como un grupo de autoprotección de los prisioneros.
Según el medio InSight Crime, la agrupación comenzó con delitos menores, como asaltos y robos a bancos, pero en la década de los 80 incursionó en el comercio de cocaína, trabajando con carteles de la droga colombianos y asumiendo un rol de liderazgo social en muchos de los barrios marginados de Río.