Ubicación: Yorkshire, Inglaterra. Una pareja recorría la vera del río Nidd y a su caminata juntaban los desechos de basura que se acumulaban en el césped. Recolectaron botellas, hojas de árboles cuando encontraron lo que creyeron que era un pequeño tubo de gas. Aquel artefacto no lo tiraron al cesto sino que decidieron llevarlo en su auto al regresar a su casa. Lo que nunca sospecharon fue que en la vuelta a su casa, lo que en realidad trasladaban era una bomba de la primera guerra mundial…¡y que estaba activa!
El episodio ocurrió días atrás, en la pequeña localidad de Knaresborough. Rachel Wills y Simon Briscomb volvían de su trabajo en el cafetería Watermill y condujeron, sin darse cuenta, casi un kilómetro con una bomba activa en el asiento atrás de su auto. Recién cuando “rasparon la suciedad” de lo que creían que era un tubo de gas, notaronque era un explosivo. “Salía espuma, la cáscara burbujeaba. Fue extraño y aterrador”, dijo Wills.
De inmediato llamaron a la Policía para que acuda el escuadrón antiexplosivos. Mientras tanto, la pareja cubrió el explosivo con varios sacos de arena del jardín de su casa.
“Hemos encontrado algunas cosas realmente extrañas en esas caminatas cerca del café, incluida una máquina de coser de 1898, carritos, dinero, zapatos, todo tipo. Pero no puedo creer que hayamos encontrado lo que encontramos y que estuviera activa. La teníamos en nuestro auto, una bomba activa, y sin darnos cuenta conducíamos a gran velocidad”, agregó la mujer.
Cuando llegó el equipo de emergencia, tanto la pareja como otras 30 personas fueron evacuadas. Incluso se cortó la autopista cercana a la propiedad durante varias horas. Un equipo de Eliminación de Artefactos Explosivos (EOD, por sus siglas en inglés) confirmó que se trataba de una bomba y consiguió retirar el objeto de forma segura.
“Todavía estamos en estado de shock. Si Simon hubiera sabido qué era, no lo habría movido. La policía estaba horrorizada porque lo trajo a casa en el automóvil y hay muchos baches en Knaresborough. Pero no sabíamos qué era. Imagínese si los niños lo hubieran encontrado, lo hubieran recogido y lo hubieran tirado. Es impensable”, retrató a los medios ingleses Wills, con el corazón en la boca.