El líder de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, fue imputado ayer por 11 hechos de estafa denunciados en Rosario, con una defraudación estimada en 175 mil dólares. El fiscal Mariano Ríos le imputó los delitos de asociación ilícita y estafa, junto a otras tres personas. "Haber formado parte a asociación destinada a cometer delitos de manera organizada, bajo la estructura de Generación Zoe S.A. liderada por Leandro Cositorto". Según la acusación, operaban "simulando dedicarse a la actividad financiera para defraudar a las víctimas". La maniobra consistía en "captar a personas, quienes ofrecían rentas mensuales a modo de inversión". El principal imputado, negó la acusación y se desligó de la oficina que funcionó entre agosto de 2021 y marzo pasado en San Lorenzo al 1700; y su defensa planteó que se trata de un caso civil. La jueza Silvia Castelli validó la imputación penal y ordenó prisiones preventivas para Cositorto -que la seguirá cumpliendo en Córdoba- y uno de los coimputados.
Los casos que involucran a Cositorto también en Córdoba, Salta, Corrientes y Capital Federal, son conocidos como estafa piramidal. Además fueron imputados Roque Depiante, señalado como encargado de la delegación Rosario -en prisión preventiva-, su hija Delfina y Verónica Rampell, ambas señaladas con la función de secretaria o administrativa. La primera seguirá ligada al proceso en libertad y la segunda, con prisión domiciliaria.
Según se indicó desde Fiscalía, "la maniobra consistía en captar a las víctimas, prometiéndole que con una inversión en dolares, accederían a una renta mensual y educación de coaching". A su vez, esas personas obtenían beneficios si llevaban a otras a realizar inversiones.
En tanto, "las rentas podían consistir en membresías, las cuales duraban tres años y durante ese período cobraban un interés del 7.5% mensual de dicho capital"; y en "'robots', que consistían en inversiones -que generaban diferentes intereses-".
El fiscal de Delitos Económicos agregó que todo se hizo "a sabiendas de no poder abonar lo prometido, para finalmente en febrero pasado dejar de abonar dichos intereses, como tampoco reintegrar el capital invertido provocando un perjuicio de 175.343 dólares".
Y agregaron que "en algunas oportunidades, mientras se realizaban las convenciones, sorteaban cruceros, si invertían 6000 dólares podían obtener un viaje en crucero que salía en abril".
El fiscal habló de "maniobras fraudulentas, provocando perjuicios económicos". Y detalló que la investigación comenzó el 20 de abril con la denuncia de un conjunto de víctimas que coincide con un modus operandi: "generar confianza, apariencia de solvencia, pagar las rentas durante algunos meses, aunque algunas personas no llegaron a recibir nada". En ese sentido, indicó que las víctimas fueron "captadas por redes sociales", que a su vez "traían a otras personas".
Cositorto fue señalado por el fiscal por estar "al frente de Generación Zoe, como CEO, presidente. De lo que declaran las víctimas surge que la lideraba con 4 oficinas en Buenos Aires y grupos de WhatsApp". En tanto, Depiante fue identificado como encargado de las oficinas en Rosario en calle San Lorenzo. Las mujeres, como secretarias.
"Todo comenzaba con firma de un contrato que era subido a plataforma virtual. La firma les hacia sentir que se movían en un marco de legalidad", dijo Ríos Artacho. "Les daba confianza, membresías inteligentes y podían ver el dinero generado con un usuario y contraseña". Hasta que "comenzaron a ver que los fondos estaban inmovilizados y tampoco podían retirarlo". Y agregó que "Cositorto decía que era una campaña para hablar mal de él y de Zoe, que el problema era mediático, y que ya volverían a pagar".
La defensa de Cositorto se opuso a la atribución de fiscal y dijo que no hay elementos. También negó que se trate de un caso de estafas. "Se requiere una intención de defraudar, acá estamos ante un problema patrimonial, por cuestiones de términos. Recibieron pagos hasta enero y febrero". También dio ejemplos de casos en los que se resolvió ir por la vía civil. "No hay elementos para probar que Cositorto tuvo intención de recibir dinero para perjudicar a las personas y enriquecerse él".
Cositorto, Roque y Delfina Dipiante se declararon inocentes. El CEO de Zoe aseguró: "Conocí 46 países, viví en 11, a mi madre la llevé a 33, sí que soy libre financieramente desde los 22 años. No tengo intención de quedarme con el dinero de nadie". Luego nombró a Claudio Alvarez -mencionado como accionista de Zoe en Villa María, quien también está en prisión preventiva en la causa de Córdoba- y dijo que fue quien invitó a Roque. "Nosotros no teníamos local de Zoe en esta ciudad. Alvarez empezó a abrir sucursales sin ningún aviso", dijo. El fiscal respondió tener un contrato de alquiler con su firma, cuestión que negó la defensa y pidió que se perite el documento.
El expediente local tiene por el momento once personas damnificadas -una de las cuales fue oída por la jueza-, y se siguen relevando casos. El fiscal también indicó que hay tres personas acusadas que aún no fueron halladas.
En la previa de su traslado a la ciudad, la Justicia de Villa María ordenó las prisiones preventivas de Cositorto y otras personas vinculadas a la organización, en el marco de aquella investigación.