Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Maldivia y Yemen cortaron relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusan de apoyar el terrorismo. Riad anunció el cierre de puertos terrestres, marítimos y aéreos a todos los medios de transporte procedentes y que se dirijan a ese país, que sólo tiene frontera terrestre con Arabia. La monarquía saudita justificó las medidas por “las graves violaciones de Qatar que ponen en peligro la soberanía saudita”, y por su apoyo a organizaciones terroristas, entre las que citó a los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico (EI) y Al Qaida. Qatar, pequeño emirato rico en hidrocarburos, dijo que la decisión era injustificada y sin fundamento, y denunció que su objetivo es poner al Estado de Qatar bajo tutela y asfixiarlo económicamente. La crisis en la región se produce dos semanas después de una visita a Riad del presidente estadounidense Donald Trump, en la que exhortó a árabes y musulmanes a movilizarse contra el extremismo. El gobierno iraní aseguró ayer que la única forma de solucionar la crisis entre Qatar y otros países árabes es mediante un diálogo transparente y franco y señaló que la división perjudica a la región de Medio Oriente.
Además, Riad prohibió a los ciudadanos sauditas que viajen al emirato y pidió a sus nacionales residentes en ese país que lo abandonen en un plazo de 14 días. De la misma forma, los qataríes no podrán entrar o transitar por Arabia Saudita, y los residentes y visitantes oriundos de Qatar tendrán que salir del reino antes de dos semanas. Arabia anunció las medidas a la vez que Egipto, donde gobernaron los Hermanos Musulmanes hasta el golpe militar de julio de 2013, acusó una vez más a Qatar de apoyar a terroristas y de intervenir en los asuntos internos del gobierno egipcio y los países de la región de forma desestabilizadora. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos se unió luego al boicot diplomático para salvaguardar los intereses de sus aliados del golfo Pérsico y también prometió cerrar el espacio aéreo y los puertos marítimos a los aviones y barcos qataríes, a los que les dio un plazo de 48 horas para abandonar el país. También pidió a sus ciudadanos que no viajen, transiten o permanezcan en Qatar y a los qataríes residentes o visitantes que salgan de los emiratos en un plazo 14 días. El pequeño reino de Bahrein siguió los pasos tomados por sus vecinos y, además de romper relaciones diplomáticas, anunció que cerrará sus fronteras y espacios aéreo y marítimo en las próximas 24 horas. Bahrein aseguró que las prácticas peligrosas de Qatar no sólo se han limitado al reino, sino también a “nuestros países hermanos”.
Por último, el gobierno libio aliado de El Cairo y el gobierno yemení aliado de Riad se unieron a la embestida contra Qatar, que también fue expulsado de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita que interviene en el Yemen a favor de Hadi y en contra de los rebeldes hutíes.
Estos últimos, respaldados por Irán, dijeron a través de su página de Facebook: “Condenamos las acciones dirigidas contra Qatar y estamos listos para cooperar con él”. El conflicto yemení es uno de los muchos asuntos en los que tendrá repercusiones la ruptura de relaciones con Qatar, que profundiza la división entre aliados árabes sunnitas y aquellos que no se encuentran bajo el paraguas de Arabia Saudita y mantienen mejores relaciones con su acérrimo enemigo del golfo, Irán.
La nueva crisis diplomática con Qatar tiene lugar después de que el gobierno de ese país denunciara una campaña mediática contra el emirato, cuya agencia oficial de noticias fue pirateada y divulgó declaraciones atribuidas al emir Tamim bin Hamad al Zani, que causaron malestar en los países del golfo. En 2014, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein retiraron a los jefes de sus misiones diplomáticas en Qatar, mientras que Egipto mantuvo relaciones muy tensas con Doha desde el golpe de Estado contra el presidente islamista Mohamed Mursi en 2013, respaldado por el emirato.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores iraní indicó que la actual ruptura entre Qatar y los países árabes no beneficia a ningún país de Medio Medio. “Los vecinos de Irán del golfo Pérsico deben resolver este asunto por medios políticos y pacíficos”, dijo en la nota el portavoz de Exteriores iraní, Bahram Qasemi. Washington, aliado de Riad y de Qatar, invitó a los países del Golfo a permanecer unidos. Estados Unidos tiene una gran base aérea en Al Udeid, al suroeste de Doha, donde permanecen 10.000 de sus soldados.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, también apelaron al diálogo para encontrar soluciones de compromiso. El emir de Kuwait, Sabah al Ahmad Al Sabah, cuyo país no se unió a la ruptura de las relaciones con Doha, recibió a un enviado del rey saudí Salman y llamó después al emir de Qatar, Tamim ben Hamad Al Thani, para reclamarle moderación y pedirle que le diera una oportunidad a los esfuerzos para contener la crisis.