Con el ojo puesto en sacar un único dictamen de consenso la semana que viene, la oposición dio un paso más en su estrategia parlamentaria de aprobar el uso de la Boleta Única de Papel como instrumento de votación. En una tensa segunda reunión plenaria de la Cámara de Diputados, les legisladores escucharon a una veintena de especialistas - la mayoría convocados por Juntos Por el Cambio - que expusieron sobre las ventajas y desventajas de una reforma electoral que ha funcionado como elemento aglutinador de los diferentes bloques de la oposición. El debate, que le fue impuesto al Frente de Todos haces tres semanas, tuvo un giro particular con la intervención de la voz del propio Poder Ejecutivo, que manifestó su rechazo a la iniciativa a través de la participación de la secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Patricia García Blanco. La funcionaria refutó la mayoría de los argumentos esgrimidos por parte de la oposición para implementar el uso de la boleta única y resaltó la postura que viene sosteniendo el oficialismo respecto al tema hasta ahora: "Si el sistema de boleta partidaria ha funcionado de manera eficaz todos estos años, ¿por qué cambiarlo?".
"Desde 1983 que las elecciones se desarrollan con total normalidad. Hay una alta participación electoral y hay alternancia en el gobierno. Es un sistema imparcial que se basa en la fiscalización cruzada y que ha legitimado a todos los representantes electos. ¿Cuál es el fundamento para cambiar el instrumento de votación?", comenzó exponiendo García Blanco en el segundo encuentro del plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, el cual fue emplazado hace unas semanas por presión de una mayoría opositora que logró hacerse con los números para forzar al oficialismo a tratar la Boleta Única de Papel. "La boleta única genera que se desconozca la oferta electoral completa al momento de elegir. Otorga mayor exposición a las cabezas de listas, desvaloriza a las agrupaciones políticas y personaliza a los candidatos", fue enumerando, punto por punto, contra los argumentos esgrimidos por la oposición. El clima de la sala 2 del Anexo C de la Cámara de Diputados, mientras tanto, se iba caldeando.
"No neguemos la realidad", la interrumpió a los gritos el diputado radical Miguel Bazze cuando Blanco sostuvo que no conocía "ningún caso que haya judicializado el resultado de la elección". Los cuestionamientos de legisladores de la oposición iban creciendo, al punto que el propio titular del bloque radical, Mario Negri, tomó la palabra para pedir "bajar la temperatura". "Noto un clima y eso que recién arrancamos", bromeó Negri, a los 15 minutos de iniciado el plenario (que se extendió, luego, durante más de cuatro horas). Habiendo logrado conseguir 132 votos para impulsar el debate - gracias al acuerdo logrado con el Interbloque Federal, los rionegrinos de Provincias Unidas, los libertarios de José Luis Espert y Javier Milei e, incluso, el de Romina del Pla (PO) -, Juntos Por el Cambio confía en que tendrá los números para aprobar el proyecto en Diputados en un par de semanas. No son pocos, incluso, les legisladores opositores que fantasean también con lograr sancionar la iniciativa en el Senado a pesar del rechazo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Hay que mirar los senadores que presentaron proyectos y ahí haces el número", deslizó una legisladora de la oposición a este diario, haciendo referencia a senadores oficialistas como Guillermo Snopek, Edgardo Kueider y Carlos Espínola.
Si bien aún falta definir algunos detalles, JxC tiene planeado unificar todos los proyectos presentados en un dictamen que emula el sistema que se utiliza actualmente en Córdoba. La iniciativa - que también contará con el acompañamiento de la mayoría de los bloques de la oposición, ya que la idea es presentar un dictamen unificado el martes próximo- se basa en una propuesta que el ex diputado radical Gustavo Menna elaboró con la Fundación RAP (Red de Acción Política), una ONG integrada por empresarios y dirigentes partidarios que es liderada por Alan Clutterbuck. "Impulsamos la boleta única porque hoy no estamos garantizando el derecho a elegir. Con la boleta única vamos a poder votar al partido o a la persona que queremos porque siempre van a estar en la boleta", destacó Clutterbuck, haciendo referencia a que la boleta única evitaría el robo de boletas (uno de los principales argumentos a favor de la iniciativa), durante su exposición en el plenario de comisiones.
Entre les más de 20 especialistas que fueron exponiendo a lo largo de la mañana, estuvieron presentes también dirigentes de izquierda que se manifestaron en contra de la iniciativa y que exigieron realizar una reforma más amplia del sistema electoral. "Tiene la ventaja de que la boleta va a estar (en el cuarto oscuro), pero la visibilidad es mucho más complicada", sostuvo Christian "Chipi" Castillo, mientras mostraba un modelo de boleta única para el caso de una PASO en la Provincia de Buenos Aires que medía 74x47 cm. El referente del PTS cuestionó, a su vez, la forma del financiamiento de las campañas y el piso del 3 por ciento del padrón que instauraron las PASO.