Vecinos y vecinas del barrio de Palermo presentarán una acción de amparo colectivo para intentar frenar la construcción de una de las diez torres que el año pasado el oficialismo porteño aprobó por medio del mecanismo de los "convenios urbanísticos". Se trata de un edificio de veinte pisos que se levantará sobre la calle Lafinur, a pocas cuadras de los bosques de Palermo, y los vecinos y vecinas aseguran que el proyecto "amenaza la integridad de nuestro barrio". "Tendrá un impacto negativo directamente en la vida de cada vecino", advirtieron y denunciaron que "no se elaboraron los estudios de Diagnóstico ni la Evaluación de Impacto".
El 2de diciembre de 2021, en la última sesión del año antes del recambio legislativo, Vamos Juntos dio aprobación definitiva al paquete inmobiliario que incluía la rezonificación de los terrenos de Costa Salguero y la habilitación del barrio de torres de lujo que el Grupo IRSA proyecta en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Con la atención puesta en esos dos megaproyectos, el oficialismo también dio el visto bueno en la Legislatura a otros diez "convenios urbanísticos", el mecanismo con el que otorga excepciones a la normativa de construcción establecida por el Código Urbanístico (CUR) aprobado en 2018.
Así, diez desarrolladores inmobiliarios de la ciudad quedaron habilitados a elevar las capacidades constructivas, las alturas o los usos de sus proyectos por encima de lo que el CUR prevé para cada barrio porteño. Bajo el nombre de Lurix Residences, uno de esos emprendimientos está proyectado en un predio que abarca a la calle Lafinur desde la altura 3126 hasta 3150, entre Cerviño y Cabello, barrio de Palermo, y los vecinos y vecinas autoconvocadas de la zona comenzaron a organizarse para intentar frenar su construcción.
"Este proyecto amenaza la integridad de nuestro barrio. Durante el proceso de firma del convenio y sanción de la ley que autorizó el megaemprendimiento, no se elaboraron los estudios de Diagnóstico ni la Evaluación de Impacto Final que establece el Plan Urbano Ambiental", aseguraron en un comunicado, en el que anunciaron que presentarán una acción de amparo colectivo ambiental con el patrocinio del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la organización que, entre otros casos, presentó los amparos que mantienen frenada la privatización de Costa Salguero y el barrio del Grupo IRSA en Costanera Sur.
El emprendimiento de Lafinur estaba planificado inicialmente para una altura de nueve o diez pisos, altura que en general alcanzan los edificios más altos de la zona. Sin embargo, el convenio aprobado habilitó elevar la altura permitida a veinte pisos. En su página web, de hecho, el proyecto con departamentos con vista al río de cuatro, cinco y seis ambientes es promocionado como "la única torre de 20 pisos en la zona", donde "el lujo, la calidad y el confort serán parte de todos los días". El edificio incluirá una piscina cubierta y otra cerrada, gimnasio y spa, entre otros servicios. El predio se encuentra ubicado a pocas cuadras de los bosques de Palermo, a una cuadra del Ecoparque y a dos del Jardín Botánico, en una cotizada zona de la ciudad.
"Los convenios deben cumplir con el requisito de tener un nítido interés público, mejorar la calidad de vida y el ambiente urbano. Este requisito no se respeta en la torre de Lafinur porque no genera ninguna mejora ambiental o social, el convenio fue utilizado con fines recaudatorios en detrimento de los hogares del barrio", advirtieron los vecinos y vecinas, que este sábado juntarán firmas en apoyo a la acción judicial en la esquina de Cerviño y Lafinur, donde también informarán "sobre las ilegalidades de este convenio urbanístico".
Además, señalaron que Lurix Residences "tendrá un impacto negativo directamente en la vida de cada vecino/a, colapsando los ya endebles servicios públicos (cloacas, luz, etcétera) e incrementando desproporcionadamente la cantidad de tránsito de personas / autos". A su vez, aseguraron que eso incrementará también "la polución auditiva". En este sentido, concluyeron que la torre quebrará "el espíritu tranquilo y de buen vivir del barrio porteño de Palermo". "La planificación urbana y la calidad de vida no debe quedar sometida a la especulación inmobiliaria ni a los intereses económicos de funcionarios y desarrolladores. La comunidad tiene el derecho a decidir el destino de su barrio", cerraron.