En la ciudad estadounidense de Orlando, un ex militar de 45 años ingresó a la empresa de la que fue despedido en abril pasado y mató a cinco de sus ex compañeros y luego se suicidó. El sheriff del condado de Orange, área a la que pertenece la ciudad, Jerry Demings, descartó que el ataque tuviera relación con alguna organización terrorista, y sostuvo que “era un empleado disgustado”. El tiroteo ocurrió ayer minutos antes de las 8 de la mañana (9 hora Argentina) en la empresa Fiamma Inc., fabricante de toldos para remolques, camionetas y vehículos utilitarios, en Forsyth Road 2427, entre University y State Road 50, una gran zona industrial de la ciudad, cercana a la sede de la universidad privada Full Sail University. Según el Sheriff Demings, la policía recibió una llamada al 911 a las 8:03 informando de un tiroteo. Cuando los patrulleros llegaron al lugar, dos minutos después, encontraron a “la mayoría de las personas que habían recibido impactos de bala ya muertas”, y “junto al atacante estaba el arma de fuego con la que cometió los disparos y una navaja, aunque no consta que la haya usado en contra de las víctimas”. Sólo un hombre fue encontrado vivo y fue llevado a un hospital local por vía aérea, donde fue declarado muerto. El funcionario afirmó además que “siete de las personas que estaban en el mismo edificio sobrevivieron al ataque”. Las víctimas identificadas por la policía fueron: Robert Snyder (69), Brenda Montanez-Crespo (44), Kevin Clark, 53; Jeffrey Roberts (57) y Kevin Lawson (47). En tanto el empleado descontento fue identificado como John Robert Neumann Jr., un veterano del ejército dado de alta en 1999, que no tenía familia y vivía solo. El sheriff aseguró que los cuerpos fueron hallados en diferentes zonas del edificio, “que es bastante grande, de la longitud de unos dos campos de fútbol (más de 200 metros)” y que algunas de las víctimas recibieron varios disparos. El tiroteo sacudió a la ciudad, en la región central del Estado de Florida, a una semana del acto que recordará, el próximo lunes, a las 49 personas que murieron el 12 de junio de 2016 en la discoteca gay “Pulse” a manos de Omar Mateen, un guardia de seguridad de origen afgano que dijo ser seguidor del Estado Islámico.