El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que su gobierno "no tolerará que la violencia se imponga" en el sur del país, donde el martes un trabajador forestal mapuche murió y al menos otros dos resultaron heridos luego de ser atacados a balazos por encapuchados. El hecho ocurrió en las cercanías de la localidad de Lumaco, en el sur de Chile, una zona con presencia mapuche que fue recientemente declarada en "estado de excepción" por Boric.
"No vamos a tolerar que la violencia se imponga como método de resolución de conflictos en nuestro país, ni en las escuelas, ni en La Araucanía, ni en el norte, ni aquí", indicó Boric. Durante un acto público para conmemorar los 160 años de la fundación de la Gran Logia de Chile, el mandatario afirmó que "la violencia no es el camino" y agregó: "Hay algunos que creen que atentando contra el pueblo mismo pueden conseguir fines que quizás consideran nobles, sepan que si los medios no son nobles los fines pierden ese objetivo".
Los trabajadores de una empresa forestal se trasladaban en un pequeño colectivo por una ruta rural cuando un grupo de personas empezó a dispararles, hiriendo a uno de los trabajadores en la cabeza. El herido, identificado como Juan Segundo Catril Neculqueo, de 66 años, murió horas más tarde "producto de la grave lesión provocada en la zona craneana", indicó un comunicado del Hospital Aravena de la ciudad de Temuco.
Querellas del gobierno
Desde el palacio presidencial de La Moneda, la ministra del Interior Izkia Siches anunció la presentación de querellas contra quienes resulten responsables del atentado. "Estamos decididos como gobierno en seguir trabajando para buscar los orígenes, establecer las causas, pero sobre todo perseguir a las bandas delictuales que hoy han puesto en riesgo a nuestros trabajadores", señaló Siches.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuches y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas. En ese contexto se producen casi a diario ataques incendiarios a maquinarias y predios, y cortes de ruta, así como tiroteos con víctimas mortales y huelgas de hambre de presos indígenas.
Pese a que prometió que no lo haría y criticó a su predecesor por hacerlo, Boric decretó el pasado 17 de mayo el estado de excepción por 15 días en La Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío. El estado de excepción permite, entre otras medidas, desplegar a los militares en la zona para que ayuden a Carabineros a controlar el orden público.