Un curso “Español para la querencia”, organizado por la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), ofrece la posibilidad de enseñar el idioma local a aquellas personas de origen ucraniano que lleguen a Argentina para refugiarse de la guerra.

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el mayor enfrentamiento en Europa desde la Guerra de Yugoslavia en la década del ´90, trajo un sinnúmero de problemas a nivel mundial, tanto desde el punto de vista económico como humanitario. Desde el inicio del conflicto, más de seis millones de personas abandonaron el territorio ucraniano, en la más grande crisis de refugiados después de la Segunda Guerra Mundial.

En Argentina reside la séptima comunidad de ucranianos en la diáspora. Se estima que ya hay entre 350 y 400 mil personas originarias de la nación eslava en el país. La Facultad abrió el curso teniendo en cuenta que la presencia de la comunidad ucraniana en nuestro país, pueda atraer a las personas que huyen de su tierra por la guerra. De hecho, ya llegaron a Córdoba dos personas con visa humanitaria que se inscribieron para aprender el español. “Están acá porque tenían amigos y familiares que se ofrecieron a hospedarlos. Dicen que ellos no eligieron Argentina, sino que Argentina los eligió a ellos”, contó Matías Giusti, docente responsable de las clases.

Los dos primeros estudiantes inscriptos fueron una mujer y su hijo. Llegaron al país con una visa humanitaria y tienen un nivel muy elemental de castellano, pero como ella trabajaba en Ucrania como traductora de chino a inglés, tiene capacidad para aprender rápidamente una nueva lengua. Esa habilidad para comunicarse fue la que le permitió indagar y llegar a la Facultad de Lenguas de la UNC.

Saber el idioma es fundamental para quien llega a un país extraño, con el agregado de que lo hace por circunstancias ajenas a su voluntad y a decenas de miles de kilómetros de distancia de su lugar de origen. El curso fue pensado con el objetivo de promover la adaptación lingüística de personas con visa humanitaria que puedan ir llegando.

“Normalmente, cuando se habla de un programa de español para refugiados, se piensa en un español para la supervivencia. A nosotros no nos bastaba y por eso hemos pensado en el concepto de querencia, que es para los argentinos el pago, el arraigo querido”, explicó la decana de la Facultad de Lenguas de la UNC, Graciela Ferrero, en diálogo con el Suplemento Universidad.

La Facultad ya había brindado un curso de características similares destinando a refugiados sirios. La iniciativa surgió en 2016, en el marco de la profundización de la guerra civil en aquel país. Fue gestionada en conjunto con la Municipalidad de Córdoba y la Dirección Nacional de Migraciones. Según recuerda la decana, en aquella edición, el programa convocó a 43 personas y estuvo a cargo de tres docentes que ayudaron a los estudiantes a dar los primeros pasos en el aprendizaje del castellano “con el sentido de enseñar una lengua para la comunicación”.

Desde la Universidad de Córdoba aspiran ahora a dar esta posibilidad de enseñanza a lo ucranianos que vayan llegando. La interacción con la cultura eslava tiene otros antecedentes. Así como este curso de español para ucranianos hubo dos cursos que se desarrollaron en universidades argentinas, pero en esos casos estaban destinados a quienes quisieran estudiar el idioma ucraniano. Esta lengua, que es la 26° más hablada en el mundo, fue impartida en la Universidad Nacional del Nordeste, en la provincia del Chaco, y en la Universidad Provincial de la Punta, en la ciudad de San Luis. En ambos casos, la propuesta surgió de las universidades ante la demanda de comunidades de descendientes de ucranianos, interesados en conocer el idioma de sus antepasados y entender su idiosincrasia. Pero la propia complejidad del aprendizaje de la lengua, que se escribe en alfabeto cirílico, y la llegada de la pandemia hicieron menguar la cantidad de inscriptos en los cursos, que finalmente cerraron durante el año 2021.