Con casi 55 años se desdibujaron los motivos que le hicieron ganar el mote de “Churrasco”. “Era buen mozo, un ‘churro’, como se decía antes”, comenta un memorioso al referirse a Mario Alfredo Sandoval, profesor de ciencias políticas radicado en París y miembro del Consejo de Defensa del presidente de Francia Nicolas Sarkozy. El currículum estelar tiene un pasado oscuro: en los setenta, como egresado de la Escuela de Policía Ramón Falcón, actuó en Coordinación Federal de la mano de represores de la talla de Evaristo Basteiro, jefe del centro clandestino que funcionaba en esa dependencia. También supo brindarle “servicios” a la Marina. El hombre viene acumulando pergaminos y hace gala de sus contactos en Colombia: como parte de la comitiva francesa llegó a integrar las negociaciones para liberar a Ingrid Betancour. Claro que perdió protagonismo porque sus “amigos” están del lado de los paramilitares y no son la mejor carta de presentación para llegar a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En 1977, Sandoval tenía como domicilio de destino Moreno 1417, séptimo piso, es decir Coordinación Federal. Con el número de legajo 1076/1163 de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep) aparece mencionado el secuestro de un estudiante de Arquitectura en el barrio de Belgrano. La familia Abriata declaró que el oficial a cargo del operativo se presentó como “Sandoval, de Coordinación Federal”. En 1976, Sandoval había sido destinado con el grado de subinspector a la Comisión de Asuntos Políticos. El jefe era el comisario inspector Evaristo Basteiro, responsable del centro clandestino que funcionaba en dependencias de la Superintendencia de Seguridad Federal, quien quedó impune por la aplicación de la Ley de Punto Final.

Reciclado

Ya en democracia, Sandoval ha tenido otras causas menores con la Justicia por defraudación y violación de correspondencia pero ha sabido reciclarse. A fines de los ochenta, como egresado de la licenciatura en Seguridad de la Universidad de la Policía Federal, estuvo entre quienes impulsaban una asociación de graduados de esa especialidad. En la Argentina, se supo poco de él hasta que en 2002 reapareció en la Escuela Superior de Guerra. Con la “chapa” de delegado de la Unión Europea para conversaciones de paz en Colombia, consiguió autorización para llevar a dos colombianos a darles un curso a militares argentinos. En medio de la exposición uno de ellos se presentó como “comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia”, un hombre de Carlos Castaño, el jefe de las AUC. Los oficiales dieron por terminado el encuentro y al responsable de haberlo permitido casi le cuesta la carrera, porque Sandoval no le había advertido quiénes serían los expositores. Por esos años, había comenzado una campaña sucia para vincular a los grupos piqueteros con las FARC.

En un artículo publicado el año pasado, el diario El Tiempo de Colombia recordó que “el 23 de Julio de 2001, durante la presidencia de Andrés Pastrana, tuvo lugar en las llanuras del departamento de Córdoba, en Colombia, una reunión convocada por los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia, con el fin de ‘refundar la patria’. Tras este noble propósito se buscaba extender el poder militar de las autodefensas al orden de lo político, ubicando para ello, y mediante la financiación del narcotráfico, ciertas fichas claves en las alcaldías, las gobernaciones y el Congreso de la República. El pacto, operado entre un sector de la clase política colombiana y los jefes paramilitares, fue suscrito por ‘11 congresistas y una veintena de dirigentes regionales’, según la revista Semana. Cinco años después, uno de los políticos involucrados, Miguel de la Espriella, reveló la existencia de este pacto secreto. A partir de ese momento las investigaciones de la Fiscalía y de los medios de comunicación han llevado a prisión a 23 de los asistentes”.

El diario colombiano destacó que en la firma del pacto participaron “varios profesores de La Sorbona” con el objetivo de exponer el proyecto político de las Autodefensas. Meses después se supo que uno de los “profesores” era Mario Sandoval, el francoargentino adscripto a la Universidad de París 3 como experto en conflictos internos de América latina. El mismo policía de la dictadura argentina que eligió el estudio para seguir haciendo carrera y contactando “amigos” por el mundo.

El mensuario francés Le Monde Diplomatique publicó en mayo del año pasado un artículo de la periodista Laurence Mazure, que denuncia que “el escándalo sobre la vinculación de altos responsables políticos colombianos con el paramilitarismo, todos relacionados con el presidente Alvaro Uribe Vélez, también ha sacado a relucir los posibles apoyos internacionales de los que se han beneficiado los paramilitares. Incluyendo a Francia”. En la nota vuelve a aparecer la participación de Sandoval en la reunión con las Autodefensas y Mazure agrega otros datos sobre el versátil argentino que llegó a Sarkozy: “También está vinculado a los medios llamados de la inteligencia económica”. A finales de noviembre 2006 el sitio web de la embajada de Francia en Chile indicaba que Sandoval “universitario encargado de misión en la dirección de Inteligencia económica de la ACFCI [Asamblea de las Cámaras francesas de Comercio y de la Industria]”, fue parte de una “importante delegación alrededor de la persona de Alain Juillet –sobrino de Pierre Juillet, ex consejero del presidente Jacques Chirac–, gran patrón, próximo de los medios de la defensa, director de la Dirección General de la Seguridad Exterior, DGSE, en 2002, y nombrado recientemente por Nicolas Sarkozy como director de Inteligencia Económica en el gabinete del Primer Ministro”.

Sandoval se convirtió en un hombre de mundo. Desde 1975 empezó a recorrer distintos países de América y Europa. En 1985 conoció Colombia, donde ha sabido tejer sólidos vínculos. Gracias a sus relaciones también se lo señala como uno de los organizadores de viajes de Vladimiro Montesinos a la Argentina. En los periplos del monje negro del destituido presidente Alberto Fujimori, habría contado con la colaboración de una agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) vinculada a la Marina.

El “argentino en París” ha recorrido un largo camino hasta recalar en el gabinete del derechista Sarkozy. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se encontrará el próximo 7 de abril con su par francés. La situación de los rehenes de las FARC en Colombia, especialmente después del asesinato de Raúl Reyes, será uno de los temas de agenda. CFK se comprometió personalmente con la madre de Ingrid Betancour, la ex candidata a presidenta que lleva más de seis años en cautiverio, en hacer todo lo posible para lograr la liberación. Sarkozy actuó en el mismo sentido teniendo en cuenta la nacionalidad francesa de Betancour. Se desconoce qué hará Sandoval ese día.

* Publicada el 16 de marzo de 2008.