La jueza Paula Verónica González elevó a juicio oral la causa por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado a balazos por policías de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas. Por el caso, 14 efectivos de la fuerza porteña fueron imputados por los delitos de "homicidio agravado" y "encubrimiento".
La jueza, quien se encuentra a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 7, rechazó todos los planteos de oposición que habían presentado las defensas de los policías implicados y avaló el requerimiento de elevación a juicio presentado en marzo pasado por el fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella.La decisión alcanza a los policías de la Ciudad Gabriel Alejandro Isassi, Juan José Nieva, Fabián Andrés López, Héctor Claudio Cuevas, Roberto Orlando Inca, Juan Horario Romero, Fabián Alberto Du Santos, Daniel Alberto Santana, Ramón Jesús Chocobar, Sebastián Jorge Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos, Daniel Rubén Espinosa y Rodolfo Alejandro Ozan.
La medida fue confirmada a Go Noticias por Gregorio Dalbón, abogado de la familia de Lucas González, quien consideró que se está "en condiciones de iniciar un juicio histórico", tanto "por la cantidad de involucrados y la perversidad de los encubridores".
Si bien Dalbón se mostró conforme con la medida dispuesta por la magistrada, señaló que continuará "trabajando para que los (policías), que quedaron con falta de mérito que manipularon el arma, Lorena Miño y Micaela Fariña paguen por su evidente participación en la presente causa".
"La familia solo espera justicia y rápida. Cintia (la madre de Lucas) no está bien aún, sigue con graves problemas psiquiátricos. Pero la fuerza de Héctor, su marido y de los padres y sobrevivientes es extraordinaria", resaltó el letrado.
El caso
El crimen de Lucas González ocurrió el 17 de noviembre de 2021, cuando la víctima estaba junto a tres amigos a bordo de un auto en el que viajaban rumbo a sus casas, luego del entrenamiento en Barracas Central, club donde Lucas jugaba al fútbol y los otros tres, se habían ido a probar.
A las pocas cuadras, luego de parar en un quiosco a comprar jugo de naranja y unas galletitas, fueron interceptados por un vehículo sin patente y sin la baliza de la Policía de la Ciudad, del cual bajaron tres efectivos armados y de civil, que no se identificaron.
Los adolescentes creyeron que eran ladrones que querían robarles el auto, por lo que escaparon del lugar. En ese momento, los policías comenzaron a disparar contra el auto. Uno de los balazos dio en la cabeza de Lucas, quien murió horas más tarde en el Hospital de El Cruce, en Florencio Varela.
Poco después del hecho, los superiores de los policías que dispararon fueron al lugar del hecho y la Justicia sostiene que comenzaron las maniobras para desviar la atención y proteger a quienes asesinaron al adolescente.