Desde la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Argentina promueve una reunión del bloque regional en paralelo a la IX Cumbre de las Américas, prevista del 6 al 10 de junio en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. La iniciativa cuenta con el apoyo de México y buscaría darles lugar a los representantes de naciones excluidas por EE.UU. --como Cuba, Venezuela y Nicaragua--, así como reclamar un cambio en las políticas de Washington hacia Latinoamérica, una promesa incumplida pese a la salida de Donald Trump y su reemplazo por Joe Biden.
La organización del encuentro de la Celac avanzó en una reunión entre el canciller Santiago Cafiero y su par mexicano, Marcelo Ebrard, realizada en el DF. "El evento se desarrollará en paralelo, sin contraponerse a los horarios de la Cumbre de las Américas y el espíritu es mantenerse unidos como bloque a pesar de las divergencias", explicaron fuentes oficiales. La idea es que los presidentes y jefes de misión de los países de la Celac compartan un desayuno o una cena, "con espíritu crítico y agenda propia".
La decisión se conoce luego de que varios presidentes de la región anunciaran que no concurrirían a la cita organizada por la Casa Blanca luego de que la administración de Biden diera a conocer su negativa a invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua. El mexicano Andrés Manuel López Obrador fue uno de los que expresó esa posición. También el gobierno argentino manifestó su rechazo a la exclusión de esos tres países e insistió en reclamar que la Cumbre se realice "sin exclusiones".
Si bien los avances en la organización del encuentro de la Celac parecen confirmar la presencia de Alberto Fernández en Los Ángeles, desde el Gobierno aseguraron que recién la próxima semana se resolverá si viaja.
El Presidente recibió el jueves a Christopher Dodd, asesor especial del gobierno de Estados Unidos para la IX Cumbre de las Américas, y en quien Biden confió la tarea de asegurar la participación de los mandatarios de los tres países más grandes de la región. Dodd ya se reunió en los últimos días con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y con el de Chile, Gabriel Boric, quienes le confirmaron que asistirán.
"La Argentina va a trabajar para el éxito de la Cumbre, con todos incluidos", dejó en claro Fernández al enviado estadounidense. En la reunión en Casa Rosada, que se desarrolló en un tono amable según los presentes, Fernández habló en su condición de presidente de la Celac y le hizo a Dodd algunos señalamientos sobre la política exterior de EE.UU. hacia la región. Estados Unidos ha tenido "una política difícil" con Donald Trump "y no cambió demasiado con la nueva gestión respecto a Latinoamérica", le dijo Fernández a Dodd y afirmó sentir "vergüenza" de que "haya un bloqueo de seis décadas a Cuba y de cinco años a Venezuela y que no haya cambiado durante la pandemia".
Las mismas palabras había pronunciado el Presidente al participar en el Palacio San Martín de la III Reunión Regional de Ministras y Ministros de Educación de la Celac. "¿Cuánto tiempo más vamos a ser cómplices? No me callo más, lo que digo acá lo digo en el Norte, y sería maravilloso que se sumen a mi voz los países que hoy sufren esa realidad”, señaló Fernández.
Desde México DF, en una conferencia de prensa conjunta que ofrecieron hoy, Cafiero y Ebrard remarcaron el rechazo de ambos países a la determinación de Washington y contrapusieron la actitud asumida por los EE.UU. para esta cumbre con la realidad que muestra la Celac, un mecanismo que da un "testimonio muy valioso" al mundo en el que "sin exclusiones, todos los países participan, son respetados y todas las voces son escuchadas" a pesar de su "diversidad".
La organización de la reunión de la Celac deberá resolver cómo estarán representados en territorio estadounidense los tres países excluidos de la Cumbre de las Américas, ya que los mandatarios Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel no podrán llegar hasta Los Ángeles. Las posibilidades se limitan a una participación a través de canales virtuales o a la presencia de los enviados que esas naciones manden a la mesa de salud de la Cumbre, dónde sí podrán asistir las delegaciones de todo el continente.