El presidente brasileño Michel Temer recibió anoche de parte de la Policía Federal el cuestionario que elaboró el procurador general Rodrigo Janot. Son 82 preguntas y el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) que lleva el caso “Lava jato”, Edison Fachin, dio originalmente un plazo de 24 horas para que sean respondidas por escrito.
Sin embargo, la defensa de Temer pidió extender el plazo -que vencía esta noche- hasta el viernes o sábado por la “complejidad y la sorprendente extensión del cuestionario”. Fachin accedió al pedido y otorgó tiempo hasta el viernes. El mandatario está acusado por corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y organización criminal.
Varias de las preguntas apuntan a la visita del empresario Joesley Batista, propietario del frigorífico JBS, a la residencia presidencial el 7 de marzo, ocasión en la que el empresario grabó la conversación entre ambos que salió a la luz a fines de mayo. “¿Cuál fue el objeto de ese encuentro y quién se lo solicitó? ¿Por qué la reunión no figura en la agenda oficial? ¿Su Excelencia habitualmente recibe a empresarios en horarios nocturnos sin registro en la agenda oficial?”, son algunas de las preguntas referidas a esa noche.
“En un pronunciamiento público acerca de lo ocurrido, Su Excelencia mencionó que consideraba a Joesley Batista un ‘conocido falastrão (charlatán)’. Entonces, ¿para qué lo recibió en su residencia, en horario no habitual, en un compromiso extraoficial y sin que el empresario fuera debidamente registrado cuando ingresó a las instalaciones del Palacio de Jaburu?”, pregunta Janot.
El cuestionario después apunta directamente a la delación premiada de Batista y a la grabación que entregó a la Justicia, en la que Temer aparece avalando el pago de sobornos al detenido exdiputado Eduardo Cunha. El presidente deberá responder sobre la frase “tem que manter isso, viu? (tiene que mantener eso, ¿vio?)” que le dice al empresario en el audio, en referencia a pagos a Cunha y a Geddel Vieira Lima, ex ministro de gobierno, para mantener su silencio en la causa del Lava jato.
“Explique el contexto en el que se dieron esas expresiones, esclareciendo, sobre todo, el sentido de la frase ‘tiene que mantener eso’”, le piden a Temer, al tiempo que le consultan si podría comprometerlo personalmente un posible acuerdo de colaboración con la justicia de parte de Cunha o de Lucio Bolonha Funaro, el recaudador del ex diputado.
El resto de las preguntas se refieren especialmente a su relación con el ex diputado Rodrigo Rocha Loures, quien fuera su asesor y que se encuentra arrestado. Fue señalado por el empresario Batista como la persona designada por Temer para recibir sobornos y fue filmado cuando recibía de un emisario de JBS un bolso con 500.000 reales. En los últimos días varios medios brasileños afirmaron que Rocha Loures negocia una posible delación premiada que podría hundir más al mandatario.
Mientras tanto, hoy se reinició un juicio en el Tribunal Superior Electoral (TSE) que puede anular el mandato de Temer. Los siete jueces del TSE juzgarán la financiación de la campaña de 2014 para los comicios en los que resultó reelecta la fórmula Dilma Rousseff (PT) - Michel Temer (PMDB). Investigan un presunto abuso de poder y financiación ilegal procedente de Petrobras.
Se trata de una causa que inició hace tres años el PSDB, derrotado entonces en las urnas. El partido de derecha ahora es el principal aliado de Temer en su gobierno, surgido tras el golpe parlamentario a Rousseff del año pasado. En medio de los escándalos, el PSDB amenaza con salir de la coalición, lo que podría forzar la caída del acorralado mandatario.