Estrenada a fines de 2019, Fuera del mundo volvió fugazmente a la cartelera a comienzos del año siguiente para ahora enfrentar “su tercer estreno”, como apunta su autor y director, Raúl Brambilla. La obra, que puede verse en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636) con la actuación de Malena Figó y Marcelo Mininno, presenta a dos personajes que han estado viviendo, sin saberlo, una historia de amor imposible. La pieza reconstruye la relación entre ambos personajes situándose en 1945 y en 1955, para resignificarse en 1973. Si bien la historia del peronismo está presente a modo de telón de fondo, el bombardeo a la Plaza de Mayo es la situación que cobra mayor peso. Por otra parte, al autor le interesaron los condicionamientos culturales que impidieron en los ’40 el acercamiento entre Martín y Julia. La obra, según detalla el dramaturgo y director en la entrevista con Página/12, “fue encontrando los parámetros adecuados para su desarrollo y en escena es decisiva y gratificante la presencia de estos actores que transmiten exactamente aquello que yo escribí”.

Nacido en Córdoba, Brambilla forma parte de la junta directiva de Argentores, pertenece a la Fundación Carlos Somigliana y suele escribir sin la presión del estreno. Tiene una dramaturgia variada en tono y temática pero con un punto en común. “Todas mis obras tienen un filtro con el pasado: esto le da, a mi gusto, una dimensión estética interesante”, afirma. Así, los años 1914 y 1918 enmarcan los sucesos de Transilvania y los fantasmas de la guerra y los convulsionados ’60, en el caso de El gran Ferrucci, obra de características cinematográficas. “Yo empecé siendo guionista, se me ocurrían películas todo el tiempo”, cuenta Brambilla antes de aclarar que “filmar en la Córdoba de los años ’70 era muy difícil”. La misma dificultad lo volcó al hecho teatral: la obra mencionada representó una apuesta novedosa en los ‘80, con sus 14 personajes y sus cambios de escenario. “Esto sucedió en aquel momento de efervescencia de la vuelta a la democracia, cuando en Córdoba comenzaba a llegar teatro de todas partes”, concluye el director, haciendo referencia a los míticos festivales latinoamericanos celebrados por entonces en la capital de su provincia.

-¿Comenzaste a escribir pensando en que sería decisivo el bombardeo a Plaza de Mayo?

-No, en realidad imaginé primero la historia y después pensé en varias posibilidades, porque no lograba encontrarle marco a esta historia de amor, para proporcionarle un poder metafórico. Como dice uno de los personajes, la política siempre atraviesa a las personas, a pesar de ellos. Y creo que eso es así: en este país hay una presencia muy importante de la política en lo cotidiano. Así que fui descubriendo cómo ese hecho de 1955 cobraba peso en los personajes.

-¿Fue difícil encontrarle el ritmo a la obra?

-A veces hay que luchar para no hacerles decir todo a los personajes. Es más rico el silencio y respetar el tiempo lento apropiado a la interioridad de los personajes.

-¿A qué alude el título?

-El estar fuera del mundo es una metáfora. En el enfoque realista de la obra se da el encuentro de los personajes en un lugar ideal, encerrados en un hotel vacío, propicio a la confesión.

-En las idas y vueltas del tiempo de la historia, la obra hace pensar en la superposición propia del tiempo cuántico…

-Aunque los personajes son muy inocentes en ese sentido, creo que es muy común pensar en lo que pudo pasar de haber tomado otras decisiones. Y tener en cuenta esos mundos paralelos en los que sucede lo que podría haber sido.

*Fuera del mundo, en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636), los sábados a las 20 hs.