La Casa del Acuerdo de San Nicolás adquiere por estos días una relevancia especial, ya que el martes próximo se cumplirán 170 años de la firma del Acuerdo de San Nicolás. Fue el 31 de mayo de 1852 cuando, tras la Batalla de Caseros, Urquiza convocó a los gobernadores representantes de la confederación Argentina a firmar el Acuerdo, que sirvió como precedente para reunir al Congreso y sancionar la Constitución en Santa Fe al año siguiente. “Ésta es la importancia del acuerdo que se firma en San Nicolás, en la casa del Juez de Paz; un hecho histórico que si bien no es tan conocido como el 25 de mayo o el 9 de julio, significó el primer paso firme para la organización nacional”, comenta a Rosario/12 Paola Rosso Ponce, directora del Museo Nacional Casa del Acuerdo.
Para celebrar el nuevo aniversario, la institución –que cumple, además, 85 años– abrirá sus puertas a la comunidad para una serie de festejos y actividades, “que contarán con las presencias de autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, y la participación de distintos actores y representantes de la ciudad que trabajan con el museo, apoyan y acompañan en distintos proyectos. El acto será también un momento de encuentro muy especial, más aún para aquellos que venimos trabajando durante estos dos años de pandemia, con el fin de darle al museo el esplendor que se merece”, continúa Rosso Ponce.
En cuanto a las actividades, la directora adelanta que “se inaugurarán dos exhibiciones: ‘Punto de encuentro, punto de partida: el Acuerdo de San Nicolás’ y ‘Memorias bajo fuego’. La primera está desarrollada a partir de guiones y textos escritos por historiadores de universidades nacionales, especializados en el período; la segunda es una exhibición curada por el especialista Roberto Amigo sobre la obra de Cándido López y el rol del Batallón de San Nicolás en la guerra contra el Paraguay. También vamos a abrir un nuevo espacio, la ‘Sala de inventar y recordar’, que surge del trabajo conjunto con la especialista Daniela Pelegrinelli y está dedicada a las infancias y sus familias, con propuestas materiales, videos, juegos, que pongan en el centro de la escena a las infancias y los adultos en diálogo. A partir de las 16 habrá propuestas artísticas y musicales, y sobre el final presentaremos un viaje en el tiempo, a través de una propuesta desarrollada por un equipo de investigación universitario”.
No estará demás señalar y recordar que Museo Nacional Casa del Acuerdo es de suma importancia para la región en la que se inscribe la provincia de Santa Fe; de acuerdo con su directora, “si bien está ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires, es el único de estas características en la zona; Santa Fe no tiene ningún organismo del Ministerio de Cultura de la Nación, mientras que Entre Ríos sí, tiene el Palacio San José, y Córdoba tiene la Estancia Jesuítica de Alta Gracia. Yo vivo en Rosario, y para nosotros éste es el museo nacional más próximo. Desde que asumí la dirección, por concurso abierto y nacional, mi plan de gestión tiene que ver con la actualización del museo, con ponerlo en diálogo para no encapsularlo en el hecho del siglo XIX. Lo estamos trabajando desde la apertura y su posicionamiento como el lugar público que es, de todos y todas. El museo también es un espacio de reflexión política, que interpela al ciudadano”.
-Todo un desafío integrarlo al ámbito de lo cotidiano, con el cual todo museo a veces tiene una relación distante.
-Los museos somos parte de una comunidad y no se pueden quedar anquilosados. Este año el museo cumple 85 años, y no me puedo quedar encerrada en la concepción de 1937, cuando se creó, sino que tengo que interpelar e interpelarme desde la realidad de esta coyuntura, de esta época. Como museóloga, comunicadora y gestora, elijo los enfoques críticos en museología, donde lo que se interpela es el rol de esta institución en la sociedad, qué está diciendo, de quiénes está hablando, a quiénes deja afuera. Los museos son espacios de poder, de construcción ciudadana, espacios políticos. ¿Qué hago? ¿Construyo un relato de elite? ¿O abro el juego e interpelo nuevamente los datos históricos y traigo nuevas propuestas narrativas?
De manera acorde con el objetivo propuesto, Paola Rosso Ponce destaca “el trabajo de todo el equipo; yo soy la directora y quien marca el rumbo, pero este trabajo se hace entre todas las áreas, con la gente que trabaja para el museo de forma directa e indirecta. Su compromiso es fundamental. Por otra parte, a los espacios públicos hay que habitarlos. Todas y todos están invitados a venir y disfrutar de La Casa del Acuerdo”.