"Es una fundación, señor juez. No es cierto lo que se dice. Los medios mienten. Ya hubo una condena mediática, ese es el problema. Pero confío en que se aclare la verdad. Repito, no somos una Iglesia, ni una secta, ni nada por el estilo. ¿De qué Ekeko me hablan? ¿Ekeko suizo? Ekeko genital, tituló un diario sensacionalista, una infamia. Se metieron con cosas íntimas mías. Es una fundación, y yo la dirijo, y tenemos todos los papeles en regla. ¿El objetivo de la fundación? Es muy claro, lo expliqué mil veces. Todo es legal y transparente. Qlhrmt asesora a sus clientes sobre qué creer. Nada que ver con creencias religiosas. No, para nada, las creencias religiosas pertenecen a la vida privada. Nada de eso. Nosotros indicamos a quién se le debe creer dentro de la vida cotidiana, terrenal. Indicamos a qué persona, a qué dirigente, a qué empresa, a qué oferta o promoción creerles. Vivimos en un mundo donde todo tiene dos o tres versiones diferentes. Todo es confusión. Nadie tiene el tiempo necesario para analizar cuál de esas versiones es la verdadera. No se puede vivir así, en medio de versiones contradictorias de todo. No se puede vivir en la incertidumbre. La fundación hace un análisis de coyuntura, multidisciplinario, y emite un diagnóstico. A partir de ese diagnóstico se le indica al cliente en qué y en quiénes le conviene creer. Partimos de la base de que hay que ajustar nuestras creencias a la realidad. Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas y filosóficas. No somos fanáticos ni asesinos ni degenerados, todo lo que se dice son infamias", dijo Reynaldo Gómez, el acusado.

 

La sala estaba repleta. Un grupo de personas que comenzó a cantar "Jim Jones, compadre" fue llamado al orden. Hacían referencia al pastor estadounidense fundador de la secta Templo del Pueblo, que en 1978 indujo al suicidio a 912 miembros de su grupo en Jonestown, Guyana.

 

"Se da cuenta, señor juez, la prensa ya me condenó, y la gente me compara con un asesino, que además era comunista y militaba contra el orden establecido. Qlhrmt representa los valores de la libertad, el libre emprendimiento de las personas y el desarrollo individual. Nosotros ayudamos a creer en lo correcto, ofrecemos información objetiva. Hay que tener información para creer, y después voluntad, como afirmaba el filósofo Miguel de Unamuno, padre espiritual de Qlhrmt. La voluntad de creer es lo importante. Pero hay que saber hacia dónde dirigir nuestra voluntad", agregó Gómez.

 

--Señor Gómez, ¿cómo explica usted la existencia, cerca de Bariloche, de un predio denominado Gomeztown, en clara imitación del Jonestown de Guyana, el de Jim Jones?

"Eso no lo inventó la prensa, señor Gómez. ¿Cómo explica usted que en el momento del allanamiento se encontraron 350 vasitos de plástico, blancos, uno por cada miembro de la secta? Eran vasitos idénticos a los usados en Guyana. Y todos, menos uno, menos el suyo Gómez, contenían cianuro, el mismo veneno que se usó en Guyana. ¿Cómo explica que días antes usted transfirió todos los fondos recaudados por su secta a una cuenta en Suiza? Usted, Gómez, planeaba liquidar a todos y huir con la plata, eso está claro", señaló el fiscal José Pinard, que luego pidió permiso al juez para proyectar unas imágenes que mostraban, según dijo, ?las prácticas aberrantes de la secta?.

 

Las imágenes eran algo borrosas. Pero se podía ver con claridad a Gómez, desnudo de la cintura para abajo, rodeado por sus acólitos, que le adornaban los genitales con ofrendas de todo tipo: alimentos, dinero, joyas, cheques, escrituras y cigarrillos. Después de dejar la ofrenda, cada miembro besaba el miembro de Gómez y se retiraba cantando y dando pequeños saltitos.

 

Se escucha a Gómez decir: "Alaben al Ekeko, este nunca falla, cuando se alza significa que la ofrenda ya hizo efecto, y que se multiplicarán los dones". Podía verse una columna de humo salir del pene de Gómez.

 

"Señor juez, este no es el único documento que prueba la peligrosidad de esta secta. El material gráfico incautado describe claramente la devoción de Gómez por Johannes Binggeli, que en el siglo XIX fundó en Suiza la Hermandad del bosque. Binggeli afirmaba que su miembro tenía poderes divinos, le llamaba el estuche de Cristo y exorcizaba a las endemoniadas a través del sexo. No es Unamuno el padre espiritual de esta secta, sino Binggeli adaptado a nuestra cultura, de allí el Ekeko, y sumado a esto el culto de Jim Jones: una mezcla explosiva", señaló el fiscal.

 

"Usted, Gómez, es capaz de fumar con la uretra, esa es su habilidad, ese es su secreto, su trampa y su negocio. Así logró que su pene‑Ekeko se convirtiera en un objeto de culto, un culto falocéntrico que lo ha hecho ganar millones. Usted convirtió un simple pene fumón en un Dios, Gómez, e intentó asesinar a 349 personas. En el material gráfico de su secta se afirma que el nombre Qlhrmt deriva de un antiguo término hebreo, jasídico, que remite a la voluntad. Otra patraña. Una de las escuchas telefónicas aclara el engaño. Allí usted, Gómez, explica que el nombre deriva de una expresión, nada hebrea: Qué le hace una raya más al tigre. Y usted explica, además, que si todos vivimos creyendo boludeces, viene bien una mentira más en la que creer, una mentira con buen packaging, preparada por una empresa especializada", agregó el fiscal.

 

Un recio tole‑tole se desató en la sala. No hubo manera de frenar a los indignados, que hacían explícitas referencias a la madre de Gómez y describían, a los gritos, distintas, raras formas de fumar, con las más diversas partes del cuerpo.

 

Los cánticos furiosos también ofrecían crudas descripciones del futuro de Gómez en la cárcel. Se referían, asimismo, a las actitudes y los requerimientos de los otros reclusos para con él. Y hacían especial hincapié en el humeante pene‑Ekeko de Gómez. También se refirieron a otras partes de su anatomía, que mezclaban con las de su madre, y con las del Ekeko, en forma non sancta.